Murió Eduardo Arroyo, icono de arte español
Heathrow cuando las autoridades migratorias en turno nos cuestionaron de una forma que me pareció anormal sobre los motivos de nuestro viaje, no revisaron las invitaciones que llevábamos de instituciones a donde iríamos a dar los conciertos, como el inicio del Año Litúrgico en Roma y el Festival Corearte en Barcelona, al contrario nos calificaron de narcotraficantes nos preguntaban si traíamos droga, decían que no teníamos el dinero suficiente para estar en Londres, a pesar que les demostramos que teníamos por lo menos 200 mil pesos para el viaje y les dijimos que yo soy enfermera, que mi hermano Carlos Daniel Briseño Medellín es radiólogo y mi pareja Raymundo Ávila Olguin tiene una flotilla de Uber. Lo único que hicieron fue burlarse nos aislaron y nos deportaron”, describió Briseño Medellín.
Acontracorriente: así vivió y creó Eduardo Arroyo, fallecido ayer en su casa en Madrid, a los 81 años, rodeado de sus más allegados. Nacido en Madrid en 1937, en 1958 se exilió voluntariamente en París por su antifranquismo, pero volvió a España tras la muerte del dictador.
Por este motivo Arroyo fue prácticamente desconocido en España un buen tiempo, aunque cobró protagonismo en el circuito artístico nacional a partir de los años 80. Ahora, sus obras cuelgan en museos de arte moderno españoles y extranjeros y su creatividad se extiende a las escenografías teatrales y las ediciones ilustradas.
El pintor, escritor y escultor deja una de las obras más radicales de segunda mitad de siglo en el país. Conocido por unir sus inquietudes éticas y estéticas en un estilo de fuerte contenido social, Arroyo era considerado uno de los principales pintores españoles vivos.m