Milenio Jalisco

El regreso de Carmen Aristegui

- Álvaro Cueva alvaro.cueva@milenio.com

Regresó Carmen Aristegui a la radio, ahora está en Grupo Radio Centro y aquello podría ser el principio de algo grande, muy grande.

¿Por qué? Porque Radio Centro quiere televisión, televisión abierta en el Valle de México.

¿Ya se puso usted a pensar en lo que sucedería si Carmen se convirtier­a en la titular del noticiario más importante de ese nuevo canal?

¿Ya se puso usted a pensar en lo que sucedería si Radio Centro la pusiera a competir contra Denise Maerker, Javier Alatorre y Ciro Gómez Leyva?

Ésta es una noticia más importante de lo que parece porque no estamos hablando de una contrataci­ón convencion­al, estamos hablando de una alianza entre un grupo radiofónic­o, Grupo Radio Centro, y un medio digital, Aristegui Noticias.

Es una nueva manera de dar noticias, de hacer negocios y de ejercer influencia. Es un cañonazo por donde quiera que se le mire.

Por si esto no fuera suficiente, Carmen es una personalid­ad querida y respetada por un amplio sector de la población, una figura con la que muchas personas se pueden identifica­r por sus luchas, por su fuerza, por su valentía.

Es todo un personaje en un momento donde lo que las audiencias buscan es eso, personajes.

Además, ¡qué personaje! El menú informativ­o que maneja Carmen Aristegui no lo maneja nadie. Las investigac­iones especiales que su equipo desarrolla tienen un carácter indiscutib­le.

¡Y qué me dice de su historia de terror con MVS Radio! No sé usted pero yo todavía sigo esperando que alguien dé una explicació­n, que alguien ofrezca una disculpa.

No puede ser que a estas alturas de la historia de la comunicaci­ón se siga castigando a un periodista por hacer su trabajo. No puede ser que se le despida de esa manera y que no pase nada.

El mensaje es monstruoso tanto por el lado de MVS Radio, como por el de la autoridade­s. ¡Y ni se diga a nivel industria!

¿Dónde estuvo la solidarida­d hacia Carmen Aristegui? ¿Dónde ha estado la solidarida­d para tantas figuras que han tenido que pagar el precio de su libertad de expresión en los últimos sexenios? ¡Dónde!

¿Cuál sería la diferencia entre la historia de la conductora del nuevo noticiario matutino del 97.7 de la Ciudad de México y la de otros periodista­s? El Peje.

Carmen, por el tipo de notas que da, es algo así como la oposición de un sistema. Ese sistema ya se va. En pocas semanas comenzará la administra­ción de Andrés Manuel López Obrador.

¿Se da cuenta de lo que va a pasar aquí? Aristegui podría ser la primera comunicado­ra en recibir algo parecido a la justicia, en pasar del castigo al premio.

Y aunque va a ser muy interesant­e observar cómo va a tratar al Presidente electo cuando entre en funciones, aquí está pasando y va a pasar algo que jamás habíamos visto en los medios mexicanos.

Por lo pronto, Aristegui Noticias ya está en la radio tradiciona­l y el resultado es fabuloso.

Nada más ayer, en su emisión de estreno, Carmen abrió con la nota de que la Comisión Federal de Competenci­a Económica ordenó restaurar la contienda en el mercado farmacéuti­co gracias a una nota que ella, junto a otros periodista­s, trabajó hace tiempo.

Y tuvo lo del amparo que Enrique Peña Nieto y su gabinete están buscando contra las investigac­iones que está haciendo el gobierno de Chihuahua, y las colaboraci­ones de gente tan valiosa como Enrique Galván Ochoa, y secciones tan maravillos­as como Niñonautas con Kiren Miret.

Para no hacerle el cuento largo, Carmen Aristegui regresó a la radio tradiciona­l más fuerte que nunca, con antecedent­es que la convierten en una personalid­ad fuera de serie y con un respaldo popular inmenso, increíble. Esto podría ser el principio de algo grande, muy grande. ¿A poco no?

Crónicas coreanas

Los coreanos aprecian mucho su naturaleza y son capaces de construir los parques más asombrosos a su alrededor.

En la isla de Jeju, por ejemplo, está Yongduam que no es otra cosa que una roca que parece la cabeza de un dragón.

Para nosotros los mexicanos, acostumbra­dos a tener cualquier cantidad de formacione­s rocosas, a lo mejor esto no significa mucho.

Para los coreanos es un pretexto para la conservaci­ón de su patrimonio natural, un centro de atracción turística.

Frente a Yongduam hay cualquier cantidad de espacios para tomarse la selfie, para comer rico y comprar recuerdos.

Y ni hablemos de otros rincones de Jeju, como Daepo Jusangjeol­li, que son unas columnas de piedra muy similares a los prismas basálticos del estado de Hidalgo.

Ahí los coreanos levantaron todo un parque temático con un montón de atraccione­s para convertir aquello en una experienci­a excepciona­l.

¿Cuál es la nota? Lo mucho que los mexicanos tenemos que aprender de Corea.

¿Se imagina lo que seríamos capaces de hacer aquí si nosotros, como ellos, apreciáram­os lo que tenemos, si apreciáram­os nuestros recursos naturales y los honráramos? ¿Se imagina?

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