El desdén de los muertos
Por Ausencio (Almadía), Antonio Vásquez recibió el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela 2017. Qué buena elección la del jurado integrado por Bibiana Camacho, Jaime Mesa y David Miklos, y qué telúrica revelación.
Ausencio tiene la forma de un viaje descendente hacia la autodestrucción. “Aparece la luna como un gran ojo que se abre en el cielo”, leemos, y de inmediato reconocemos la señal amenazadora de estas palabras inaugurales. Ese gran ojo escruta al protagonista —un joven estudiante, Arturo— quien sobrelleva una culpa. Su padre, Ausencio, ha muerto, y no puede “llorar como los demás”. Caminamos por las calles desoladas de un poblado cercano a la capital oaxaqueña.
En el principio hay entonces una culpa. Luego viene el retrato del padre: un borracho pendenciero que, aun antes de morir, ha traído la orfandad y la desgracia