Con llantas, colectivos hacen lo que el gobierno olvidó
En ese cruce, miles de personas caminan entre coches y camiones todos los días al no contar con una banqueta ni paso peatonal
Integrantes de diversos colectivos se reunieron la mañana de este sábado para construir un “sendero seguro” en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad en cuento a la seguridad del peatón se refiere, donde miles de personas caminan a un costado de autos y camiones de carga que se mantienen como los acaparadores del espacio público.
En los cruces de dos de las vialidades más concurridas del Área Metropolitana de Guadalajara, Avenida López Mateos y Periférico Sur, en donde se estima la circulación de más de 122 mil automotores por día de acuerdo con cifras del gobierno estatal; este, recientemente invirtió 318 millones de pesos para desarrollar un nodo vial con dos túneles vehiculares, un paso elevado y un trébol de cuatro gazas, pero entre toda esta infraestructura, ningún paso para peatones.
Elton Osorio, integrante del colectivo Bicicleta Blanca en Guadalajara, una de las agrupaciones convocantes a esta intervención urbana, que lamentó el incumplimiento del gobierno del estado para garantizar el paso seguro de los peatones, “ellos se comprometieron a que cuando acabaran la obra del nodo iban a resolver la seguridad de los peatones y no han hecho nada”.
El sendero seguro consiste en la colocación de señalética vertical y horizontal para que los automovilistas puedan visibilizar el problema al que se enfrenta el peatón y estos últimos identifiquen un espacio seguro para ellos.
Las personas que transitan por esta zona, que es tan solo una de tantas que existen en la ciudad bajo las mismas condiciones, lo hacen conscientes del riesgo que representa y sin alternativa alguna para salvaguardar su integridad.
Alexander, un estudiante de universidad que todos los días camina por los más de 315 metros de vialidad que conectan los parabuses de Periférico y López Mateos, se mostró agradecido con la intervención realizada por los colectivos y universidades, pues ha experimentado en carne propia el riesgo de caminar por este espacio: “ahora sí que es como torear a un toro, porque los camiones sobre todo dejan muy poco espacio para los que vamos caminando y es un peligro”.
En la intervención se utilizaron llantas viejas y pintura como herramienta principal, lo que aplaudido por los peatones.
Quienes convocaron al desarrollo de esta actividad dicen saber que en el transcurso de los días la pintura y los señalamientos que instalaron se irán desgastando, pero creen también que podrán ayudar a que los automovilistas puedan visualizar el problema y se genere mayor conciencia, mientras que en el caso de los peatones, conozcan y reclamen su derecho a un espacio seguro, que les permita transitar con tranquilidad sin que ir de un punto a otro, signifique arriesgar la vida.