La selfie amlovesca de mi licenciado Peña
Recuerdo los viejos tiempos cuando el PRI sabía estructurar verdaderas cortinas de humo y tenía bien temperada cual clavecín su caja china para cubrir grandes temas nacionales. Una cosa muy bonita que servía de distractor cuando la opinión pública parecía muy preocupada por ciertos temas que le arruinaban la reluciente carrocería al sistema. Hoy, para medio disimular las declaraciones de mi licenciado Peña en torno al tema migratorio que no son como para procurarle el Premio Nobel de la Paz (“Si los hondureños no entran legalmente a México, lo más probable es que no puedan entrar a Estados Unidos”), lo único que se les ocurrió a los choznos de don Plutarco fue anunciar con bombos y platillos que le retiraban los derechos partidistas a César Duarte que, siendo más peligroso que cualquier mara salmaruchan, vive tranquilamente en Estados Unidos, sin que Donald Trum haga la neymariña para arrebatarle un mendrugo de votos a los demócratas.
Digo, no puede ser. Tan bien que les salían esas cosas y ahora nos salen con esto, sobre todo porque seguramente la PGR la regará como siempre con el debido proceso para que el angelito siga viviendo el livin la vida loca como procede en estos casos.
Miren cómo estará la cosa que mi licenciado Peña llamó más la atención por sacarse una selfie (debidamente acompañado por Seade —el negociador del Peje para el TLC o lo que quedaba de él—, Miguel Alemán e Ildeponcho Guajardo con un celular que traía en la funda el emblema “AMLOVE”). Una cosa muy bonita y representativa. Y tan sonrientes que salieron los convidados.
Eso también estuvo mejor que lo que hicieron los del PRD que para llamar la atención en estos momentos en que están tan pero tan devaluados por culpa del chuchinero, les pareció que podía ser atractiva la renuncia de su presidente Manuel Granados, del que nadie se acuerda. Lo único que podía haber llamado la atención era que en el PRD le hubieran aplicado algún tipo de linchamiento a Zambrano o a Ortega dejándolos en Ecatepunk a altas horas de la noche, pero no se les ocurrió. Ese pobre partido que hace unos días reconoció que fue un error una alianza con el PAN y con el “muchacho estúpido”, según el nieto de Gómez Morín que, la verdad, lo hubiera dicho desde endenantes.
Lamentablemente para su causa, lo de la caravana migrante sigue siendo lo de hoy y lo de la xenofobia que no ha sido del horror ave de paso. A ver si Donald no les pide que les aplique a los hondureños la terapia diazordacista y le hacen caso.