VUELVE CHANOC EN EDICIÓN DE PORRÚA
La empresa lanza el primer tomo de la popular historieta que empezó a circular en 1959, el cual incluye dos episodios inéditos de estas aventuras
Personaje de Ángel Mora, ex colaborador de MILENIO
Durante poco más de dos décadas la historieta Chanoc. Aventuras de mar y tierra circuló en los puestos de periódicos. Comenzó a publicarse hacia 1959 y, en sus mejores momentos, llegó a tener un tiraje de más de un millón de ejemplares a la semana.
La revista contaba con un argumento del escritor Ángel Martín de Lucenay y arte gráfico de don Ángel Mora, quien incluso se encargó de diseñar algunos de los personajes, porque había nacido en la costa y conocía muy bien la identidad de sus habitantes. Así fue como al lado de Chanoc, siempre se mantuvo su padrino Tsekub Baloyán.
“No puedes contar la historia de México sin los personajes que han creado Ángel Mora o Gabriel Vargas, autores de historietas, pero historietas que han trascendido la cultura mexicana. No podrías hablar de los años 60 y 70 en México sin estos personajes: sin Chanoc, sin la Familia Burrón. La idea es rescatar nuestra historia y nuestros valores a través de lo que más nos identifica”, cuenta Rodrigo Pérez Porrúa, director de la editorial que lleva su segundo apellido.
Se trata de una forma de reconocer las aportaciones de don Ángel Mora, al tiempo de rescatar uno de los personajes de la cultura popular mexicana más representativos de la segunda mitad del siglo XX, para lo cual Porrúa relanzará en forma de libro algunas de las historias de Chanoc, al tiempo de comenzar los festejos por el sexagésimo aniversario de la creación del personaje. “Todos sabemos quién es Chanoc, aunque no lo hubiésemos leído. No es de mi época, pero, por supuesto, conocía al personaje y a su padrino Tsekub Baloyán, pero la idea es reposicionarlo para que los jóvenes de hoy sepan quién es y después presentar al creador con este proyecto”.
El primer acercamiento que establecieron don Ángel Mora y los editores de Porrúa fue con la idea de celebrarlo a él y toda su obra a través de una especie de manuales en los que enseñará a los jóvenes el mundo de las historietas, sobre todo a trazarlas. De forma paralela, había el interés de impulsar el proyecto de Chanoc, con la perspectiva de Rodrigo Pérez Porrúa de que “don Ángel es más personaje que el mismo Chanoc”.
“Es de esas personas de hace años: caballeroso, decente, sobre todo buen amigo… lástima que murió antes de que pudiéramos tener el libro, porque hubiera sido una maravilla que a través de su historia se conociera la de Ángel Mora, que es igual o más interesante”.
Un caballero de la imagen
La Familia Burrón, de Gabriel Vargas, fue el primer intento de Editorial Porrúa por impulsar la historieta mexicana mediante su publicación en forma de libro conmemorativo, en 12 fascículos, pero para sorpresa de todos se convirtió en una colección que ya va en el tomo 15, y lo mismo esperan que suceda con Chanoc. “El principal atributo de C han oc son los valores que inspira, los mismos que tenía don Ángel: un civismo tremendo, un respeto al medio ambiente, a los demás y también platica algunos asuntos de la sociedad que tenemos en la actualidad, vinculados con el abuso, con la corrupción, contra la que siempre lucha, acompañado de Tsekub, el típico mexicano de la costa, alegre, dicharachero, pero siempre con la idea de ayudar a los demás”. Colaborador de MILENIO durante algún tiempo, incluso “don Ángel se expresaba muy bien de Carlos Marín, su gran amigo”, según recordó Rodrigo Pérez Porrúa. El artista solía sentir una gran admiración por Chanoc, pero sin lugar a dudas se proyectaba en Tsekub: él era como muy picaresco, buen amigo, y siempre educado, “era un gran personaje, con una cultura impresionante y una modestia total”. En el primer tomo de Chanoc, con prólogo de Bernardo Fernández (BEF), se reúnen ocho episodios de la historieta, entre ellos dos inéditos —se calcula que el maestro Ángel Mora editó antes de su fallecimiento, el 28 de julio de 2017, alrededor de 40—, cuyo guión estuvo a cargo de su hija, Martha. “La idea es rescatar la mayor parte de las historietas, sobre todo las inéditas, por lo menos publicar dos volúmenes al año”, asegura Rodrigo Pérez Porrúa, quien apuesta no solo por la nostalgia de los lectores, sino en especial por la obra de quien es considerado “el último gran historietista del siglo XX”.