Primero Su Salud
Cigarros electrónicos, una moda dañina para la salud
Nació como una alternativa para dejar de fumar, pero se convirtió en un problema porque sólo cambió el patrón adictivo y se convirtió en moda. Una que también es dañina para la salud: se trata del cigarro electrónico, el cual aunque funciona de manera diferente, que un cigarro convencional, también contiene nicotina, advirtió el doctor Carlos René González Álvarez, representante de la organización Comunicación Diálogo y Conciencia (Códice) en Yucatán.
En entrevista telefónica, el médico explicó que la nicotina es una potente sustancia adictiva que se encuentra en el cigarro con tabaco envuelto en papel arroz y en los electrónicos. Mientras el primero es envoltorio se quema para generar un proceso de combustión y se inhala a través de un filtro, el cigarrillo electrónico es un dispositivo que trabaja con baterías. Tiene un vaporizador que calienta el líquido dentro de un cartucho y el vapor se inhala a través de la boquilla. A esta acción se le llama vapear.
El líquido contiene nicotina, aromas y otros saborizantes químicos, que se vapean. González Álvarez apuntó que muchos lo consideraron un paso gradual –y menos dañino- para abandonar el tabaquismo paulatinamente; como lo han sido los parches de nicotina que se pegan a la piel o los chicles con la sustancia para tratar de reducir la ansiedad del fumador.
Sin embargo, las organizaciones antitabaco, entre ellas Códice, no recomiendan el uso del cigarro electrónico como terapia de apoyo; por el contrario, reportan que el uso de estos dispositivos ha cobrado gran popularidad y forman parte de una moda, detrás de la cual –se presume- podría estar la misma industria tabacalera. No sería extraño, dadas las diversas estrategias para atraer a nuevos usuarios de que históricamente se han valido estas trasnacionales.
El pasado 12 de septiembre la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés), que es la autoridad regulatoria de fármacos en los Estados Unidos, declaró que la utilización de cigarros electrónicos por parte de adolescentes ha alcanzado niveles de “epidemia”. La FDA giró una orden a los fabricantes de revertir la tendencia o arriesgarse a que sus productos sean retirados del mercado.
La FDA sí acepta que los cigarrillos electrónicos pueden ser una herramienta para que los fumadores adultos dejen el cigarro de tabaco, aunque ese beneficio no está comprobado, apuntó el organismo. Lo cierto es que el problema se ha trasladado a estos nuevos usuarios, atraídos por los productos saborizados, y que también en México se ha expandido este mercado.
La FDA la llamó incluso una “epidemia de adicción” entre los adolescentes, que sí pueden tener
Para dejar de fumar, se recomienda apoyo integral médico y terapia conductual
acceso a estos dispositivos. Su advertencia es que la nicotina consumida con cigarrillo electrónico perjudica a los cerebros en desarrollo… e induzca a los chicos al consumo posterior de tabaco.
Médico y activista, Carlos González expuso que las terapias para dejar de fumar suelen incluir nicotina, porque es difícil romper el hábito de fumar de manera tajante, dada el alto grado de adicción a esta sustancia. Códice no apoya su uso, y en cambio recomienda el apoyo integral de médico y terapia conductual, como la que ofrecen las clínicas para dejar de fumar, mediante sesiones individuales y/o grupales que conducen al individuo a manejar la ansiedad que produce el retiro de la nicotina.
La postura de las organizaciones civiles, que ahora refrenda tajante la FDA, ya había sido avalada por instituciones médicas de gran prestigio. Desde 2015, el Centro para Dependencia a la Nicotina de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota desaconsejó el uso del cigarrillo electrónico como paliativo para dejar de fumar. Su apuesta es la terapia conductual, la cual influye en una diversidad de actividades de la vida cotidiana “para reemplazar viejos comportamientos por nuevas rutinas no vinculadas con el hábito de fumar”.
Evitar lugares o actividades donde se incita a fumar; no permanecer en zonas designadas para fumadores; y convivir con personas que no fuman son algunos de esos cambios útiles, pero no bastan por sí solos para dejar de fumar. La ansiedad y síntomas de abstinencia de la nicotina pueden ser poderosos; y es aquí donde ingresa el tratamiento farmacológico. En Estados Unidos la FDA y en México la Cofepris han avalado medicamentos seguros y eficaces para auxiliar al fumador a recuperarse de la adicción a la nicotina.
La recomendación final es para los fumadores, a no dejar de buscar alternativas para dejar de fumar y a los jóvenes a no dejarse seducir por los sabores que “vapean”, pues no son inocuos.