El cambio
“Todo cambia para que todo siga igual”. Parece ser la realidad que desde hace muchos años hemos padecido. Se logró dejar atrás al dinosaurio empedernido y corrupto, después llegaron los azules, los de las manos limpias, que en su último periodo de gobierno no pudieron justificar el ejercicio de alrededor de 7 mil millones de pesos, según los que auditaron ese periodo. ¿Qué pasó? ¡Nada! Volvimos a creer en dinosaurio rejuvenecido igual o más mañoso que el anterior. Los malos manejos del erario público continuaron abriéndose una gran agencia de colocaciones para los cuates y familiares de los viejos dinos. Estos nuevos **dinos llenaron la vida nacional de impunidad y corrupción que alcanzó también al gobierno estatal y parece que el **dino no se levantará de la lona en muchos años. Algunos se fueron ya en estampida a buscar cobijo. Con los morenos y la ola naranja que dieron cabida a rojos y azules y que quieren la cuarta transformación de México y refundar Jalisco aglutinando en sus filas a los cuates de la prepa y la facultad, ¿se les podrá dar el voto de confianza? Más nos vale, si no que Dios nos agarre confesados. Hasta ahora, lo que se ve, es que “todo cambia para que todo siga igual”. Jesús Luis Salas