Escenario confiable
La construcción de un escenario que genere confianza es uno de los aspectos necesarios a la hora de pensar en la radicación de inversiones, en la expansión de las empresas, en la apuesta por los emprendimientos y, en general, para todo proyecto que implique invertir capital en busca de ganancias. En este sentido, un mal indicador que tenemos en la economía mexicana es el de la inseguridad: un millón 541 mil empresas fueron víctimas de delitos en 2017, es decir una de cada tres empresas en el país, de acuerdo a los datos de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2018 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La inseguridad afecta a la gente, a las empresas y al funcionamiento de la economía. Cuando no se tienen garantías de que invertir, trabajar, vender, transportar o hacer negocios sea algo seguro, el riesgo hace que las mismas inversiones o proyectos se demoren o se retiren. Algo así lo podemos ver en los datos de la reciente encuesta del Inegi: más de 200 mil empresas que fueran afectadas por delitos en 2017 decidieron cancelar sus inversiones o sus expansiones programas. Esto golpea directamente a la generación de empleos, a las oportunidades para la gente y al crecimiento de la economía en su conjunto.
Si bien el cálculo del costo de la inseguridad en 2017 fue de 155 mil millones de pesos, el precio que se paga por los robos de mercancías, asaltos, extorsiones, amenazas y otros delitos tiene un impacto social más grande, ya que estamos ante una población empobrecida que requiere cada uno de los empleos que puedan generarse. Y con la cancelación de inversiones, con el miedo a expandirse o emprender, son muchas las oportunidades que se pierden y que bien podrían ayudar a mejorar los ingresos de muchas familias.
A la incertidumbre en la que navega la economía debido a la guerra comercial y a las medidas intempestivas del vecino del norte, ahora debemos sumarle el triunfo de Bolsonaro en Brasil y los efectos que tendrá en la reconfiguración de la economía latinoamericana, así como hay que ver cómo aterrizan las expectativas del gobierno electo de López Obrador. Ni la incertidumbre del entorno internacional ni la inseguridad ni los lastres como la corrupción ayudan a generar un escenario confiable, por lo que para potenciar las inversiones y la expansión de empresas, empleos y proyectos hay que recuperar la confianza en la seguridad.
La construcción de un escenario más confiable pasa por muchos factores, como disminuir la inseguridad y enviar señales inequívocas de que la justicia es previsible, así como trazar normas claras para impulsar inversiones, emprendimientos y proyectos que beneficien a la gente. Hay una profunda necesidad de hacer que la gente vuelva a creer en su economía, en sus empleos e ingresos, y en sus posibilidades reales de mejoría. La inversión pública, la inversión social, las reglas de juego y las primeras medidas del gobierno electo nos dirán mucho sobre qué tipo de escenario tendremos para los próximos años.