Y Federer no juega; su rival se lesiona
haya disminuido la cantidad de torneos en los que juega, pasando de 24 en 2015, a 10 en lo que va del año, y posiblemente la del US Open sea la última vez que se le vio en la cancha en 2018, tomando en cuenta el tiempo que ha estado lesionado.
“Ha tenido un año difícil en cuanto a las lesiones, así quiero evitar algo drástico”, dijo Nadal, al referirse a que la molestia en el abdomen se acrecienta sobre todo cuando va a sacar. “Pude haber jugado hoy (ayer en el Masters de París), pero el doctor dice que de hacerlo, tratar de ganar el torneo, lo seguro es que me iba a romper el abdominal”.
Y evidentemente, lo que menos quiere es exigirle de más a su cuerpo y llevar esto a un extremo, un punto en el que ha llegado a estar en su carrera. En su autobiografía confesó que un problema congenital en el pie en 2005 casi termina con su carrera, con 19 años de edad, una lesión que le trajo varias complicaciones.
El propio tío recordó un duro momento: “El especialista nos dijo en aquella ocasión que la carrera de Rafa podría haber terminado. Así que ese año vivió constantemente con dolor. A partir de ese momento, no podíamos terminar entrenamientos constantemente. En la mayoría de esas situaciones tomaba analgésicos porque el dolor empeoraba y empeoraba. Por unas plantillas que utilizó tuvo problemas en las rodillas, la espalda y otras partes de su cuerpo”.
A principios de este año, el ibérico anunció su baja del primer Grand Slam del año por lesión en la pierna derecha; poco después cuando iba a regresar al circuito en el Abierto Mexicano de Acapulco, el día que debutaría anunció que se resintió del mismo problema que lo afectó en Australia, en la zona alta del muslo.
Regresó en la temporada de arcilla al Masters 1000 de Montecarlo, donde ganó, al igual que en Barcelona, Roma y alzó su trofeo 11 en Roland Garros. Todo marchaba bien, hasta que en el US Open se retiró en semifinales ante Juan Martín del Potro por problemas en la rodilla derecha, una vez más.
El miércoles hubiera sido el regreso de Nadal al circuito luego de casi dos meses de ausencia, pero su equipo médico le aconsejó no arriesgarse. El público parisino no solo se quedó con las ganas de ver en la cancha a Rafael Nadal, sino que tampoco vio debutar, luego de tres años de ausencia en el torneo, a Roger Federer.
El caso del suizo fue una situación diferente a la de Rafa, ya que su oponente, el canadiense Milos Raonic, fue otra de las bajas que se presentaron en la actividad del miércoles en el Masters, y así dio por terminada su temporada por una lesión en el codo luego de un encuentro de casi tres horas que se definió en tres tiebreaks ante el local Jo-Wilfried Tsonga.
De este modo, el número tres del mundo tuvo un día más de descanso y avanzo automáticamente a los octavos de final, donde se medirá ante el italiano Fabio Fognini, que tampoco tuvo actividad en la segunda ronda porque su rival, el húngaro Marton Fucsovics, también se retiró.
De vencer Roger a Fabio, el suizo estaría más cerca de lograr su segundo trofeo en París, pero sobre todo de sumar el título número 100 en su carrera.
Mientras tanto, Novak Djokovic está de fiesta, ya que regresó a la cima del ranking mundial de la ATP tras la baja de Nadal. La última vez que fue número uno fue en octubre de 2016 y a pesar que muchos dudaban de que su buen nivel regresaría y aunque sí le llevó tiempo, lo hizo.
Este año el serbio ha ganado cuatro títulos importantes, dos Grand Slam (Wimbledon y US Open) y dos Masters 1000 (Cincinnati y Shanghái).