¿Quién crea la riqueza?
No se lo había dicho antes, pero sin duda que lo mejor de comentar temas públicos es –siempre- la retroalimentación; conocer otras aristas del asunto en cuestión y hasta discrepancias fundamentadas.
La vez pasada le comentaba sobre el discurso polarizante que mantiene el presidente electo (Cállate, chachalaca; hable señor Presidente, MILENIO, 3 de noviembre de 2018), y sobre este tema el señor Enrique Acevedo Ávila me compartió unas líneas de las que me parece valioso reproducir un extracto ante lo limitado de este espacio, y dice así:
“¿Sabrá el Sr. López Obrador que para que un país crezca necesita de la creación de riqueza, y esta sólo la hace la iniciativa privada, sus capitales y sus negocios?
“Ningún gobierno crea riqueza, si acaso sólo ayuda a redistribuirla, o a dilapidarla. El gobierno sólo debe garantizar estado de derecho, igualdad de oportunidades, respeto a los derechos humanos y cumplimiento de las respectivas obligaciones, seguridad jurídica y física, que no haya impunidad y tampoco corrupción. Y con todo ello generar confianza, no división.
“Pero si AMLO quiere hacer de México una potencia, necesita del empresariado nacional y extranjero. Y por empresariado me refiero a todo el empresariado, desde la que hace tamales para mantener a su familia o a ella sola, pasando por el que tiene un changarrito y da empleo a una o dos personas, hasta el mismísimo ingeniero Carlos Slim, que da empleo a decenas de miles de personas en México y en el extranjero. Y debe considerar que todos ellos, todos, somos pueblo, no sólo los pobres o los que lo siguen.
“Y la riqueza sólo se da haciendo negocios. No sale de la nada. Si López no quiere que se hagan negocios, porque para él negocio es sinónimo de corrupción, o los negocios son sólo para sus cuates” Riobóo y compañía, y sólo quiere romper el cochinito de los recursos que tiene México ya en la alcancía y repartirlos con mexicana alegría, pronto se van a acabar y quedaremos peor que antes.
“López necesita que su gobierno trabaje en conjunto con los empresarios, y no atacarlos desde ya, ni seguir generando entre la ciudadanía animadversión contra ellos”. Así, tal cual.