Ya
corrieron al fiscal general Raúl Sánchez Jiménez, y corrieron también al director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero Bernal, pero el mal ambiente sigue en esas áreas, lo cual quedó de manifiesto en la comparecencia de ayer en el Congreso local. En la glosa del informe de gobierno y ante diputados, asesores, colaboradores y periodistas fue notoria una mala relación entre la nueva fiscal general, Marisela Gómez Cobos, y el fiscal para desaparecidos, Raúl Rivera, quienes tuvieron un jaloneo por unas fichas informativas que no fueron atendidas por éste último. Como que ya no se compuso eso en lo que queda de esta administración estatal. .
tocado por los dioses parece que se siente el fiscal especial para personas desaparecidas, Raúl Rivera, quien en su comparecencia ayer ante comisiones del Congreso abrió su participación advirtiendo a los diputados que él tiene el respaldo de una cantidad de organismos sociales y hasta de la Organización de Naciones Unidas. Salió con que a él lo eligieron los ciudadanos, como si los diputados no fueran representantes ciudadanos ante los que deba rendir resultados. Por cierto, se supo que el propio Rivera se habría rehusado a acudir a la cita que tenía todo el personal de confianza de la Fiscalía para ver lo de su finiquito de fin de administración, porque él no se siente funcionario nombrado por un superior, sino por el pueblo. Ya veremos qué piensa la próxima administración