El aprendiz de Brujo y la Cuarta Inundación
Desde hace doce años el ahora presidente electo y luego los candidatos de Morena criticaron duramente la estrategia de seguridad que hacía uso de las fuerzas armadas. No se cansaron de repetir que las balaceras no solucionan nada. Pero, algo pasó en el periodo de transición que ahora el Plan de Paz y Seguridad que presentan gira en torno a la formación de una Guardia Nacional cuyo mando operativo estará bajo la dirección de la Secretaría de la Defensa y estará integrada sobre todo por militares.
Esto sobrepasa incluso lo hecho por los gobiernos anteriores. El país será dividido en 266 zonas regionales que estarán bajo la coordinación de un militar. Lo increíble de todo esto es ver que aquellos que hablaban de la “guerra de Calderón” ahora son los fervientes defensores de una estrategia que rebasa por mucho lo que hizo el presidente panista.
El Plan de Seguridad, un documento de 22 páginas, tiene otros elementos que llaman la atención. No menciona qué va a pasar con la Policía Federal, sólo dice que tiene un “déficit de disciplina, capacitación y profesionalismo” (¡uff!).
En su punto cuatro menciona que hace tres décadas se emprendió un “sistemático adoctrinamiento de la sociedad para orientarla al individualismo y al éxito material” (¡sopas!). No cabe duda que el individualismo ha ido en aumento, lo curioso es que se considere esto un “adoctrinamiento”, es decir, la visión marxista del siglo XIX. (¿Qué pasó entonces con eso del “pueblo sabio”?).
Se alude entonces a cambiar el modelo cultural del consumismo. De ahí que uno se pregunte, ¿Cómo con el cambio en el modelo cultural de consumismo vamos a reducir los extremos niveles de violencia en el país? (¿De veras es serio?) Además, el documento aclara que diariamente se reunirá el Gabinete de Seguridad para revisar la estrategia. (Sr. Secretario Durazo, ¿podría informarle al Gabinete cuánto vendió ayer el Palacio de Hierro?)
El documente agrega que “el estilo de vida inducido por la cultura neoliberal y consumista ha generado frustración social, particularmente en los jóvenes”. (Jovencitos, por fa, nada de querer un teléfono inteligente, ni una lap, ni mucho menos un depa).
El documento afirma que la Cuarta Transformación encargará la redacción de una Constitución Moral y espera que esto junto con la “intención ejemplificante de un ejercicio de gobierno austero” (así dice) cambie los patrones de conducta.
Si a estas alturas, Usted todavía no traga saliva, le informo que el ejemplo del gobierno honesto y transparente será “una convocatoria para remontar el deterioro del tejido social”. (¡uff!)
Los autores del Plan están convencidos de que teniendo un gobierno “honesto, transparente y apegado a derecho” será suficiente para desalentar la delincuencia (como si hasta ahora hubieran dado buen ejemplo. Cuanta ley no les gusta, la van a modificar)
¿Qué ofrecer a los delincuentes para que dejen de delinquir? se pregunta en el documento. Una de las respuestas es la respetabilidad social. Pero, es un secreto cómo ofertará el nuevo gobierno la respetabilidad social (ojalá que nos toque a todos un poquito, porque en eso todos hemos empobrecido, hasta los mismos políticos).
Para que nadie dude que estas medidas serán efectivas, el documento afirmar que “Esta es la manera en la que actuó el gobierno de Estados Unidos en los años treinta del siglo pasado para acabar con las mafias que asolaban sus ciudades. De ese proceso surgió la bonanza en Atlantic City, Las Vegas, Miami y otros centros de inversión” (¡Uff, nos quitamos el sombrero ante las lecciones que Morena obtiene de la historia!).
El documento menciona que La Guardia Nacional actuará de forma semejante a la Gendarmería Nacional francesa y a la Guardia Civil española, para justificar que ahí también institutos armados de naturaleza militar cumplen funciones de seguridad pública. Lo que ignoran es que en ambos países estos cuerpos de seguridad están bajo el mando de civiles (Ministerio del Interior) y no militares, como pretende el nuevo gobierno.
En estos momentos, la Cuarta Transformación parece una serie de escobas embrujadas a punto de causar una seria inundación. De nuevo se propone una consulta sin bases legales, financiada por los senadores de Morena, organizada por los miembros de Morena y coordinada por una tal Fundación Rosenbluth, que nadie conoce ni está autorizada para ello. Las preguntas están formuladas de tal manera que son un buen ejemplo de cómo no preguntar en una encuesta seria. Una megaconsulta, armada como la anterior, para simular lo ya decidido.
Digno de lamentarse también es la nueva Ley de la Fiscalía, aprobada esta semana, que destroza las ilusiones de muchos grupos de la sociedad civil que han luchado por lograr un fiscal independiente. Conforme a la nueva ley, el presidente lo nombrará. (¡Noooo, más de lo mismo!).
Y por si todo este panorama no llenara de caos la pantalla, el nuevo gobierno anuncia que un grupo de empresarios aconsejará al nuevo presidente. Entre ellos se encuentran directivos de Televisión Azteca, Televisa, Radio Fórmula, Excelsior, Banorte e Interjet, o sea, parte de aquello que durante años llamó “la mafia del
_ poder” y a la que acusó de rapaz y de “no dejar de robar”.
No entiendo nada, estoy confundida. Aquellos que en campaña fueron dibujados como fantasmas monstruosos ahora resulta que son buenos consejeros. La incongruencia como forma de ser. Mi abuelita diría “ver para creer”.
En campaña fueron dibujados como monstruosos, ahora son buenos consejeros.