Luzia: así soñamos México
Lno es ir a gozar de un espectáculo del Cirque du Soleil, es un acto político. ¿Por qué? Porque este no fue creado por iniciativa del circo más famoso del mundo. Se hizo porque nuestro gobierno fue, se lo pidió y pagó. Conozco a muchas personas que están furiosas con esta propuesta porque la consideran un error, un despilfarro, el nuevo aeropuerto de la fuente cultural. La verdad es que era algo que se tenía que hacer y que quedó precioso.
Yo vi a la gente muy feliz en Santa Fe y no me quiero ni imaginar la cara de las miles de personas que lo disfrutarán en otros rincones del mundo. Podría asegurar que terminarán amando a México con una fuerza que jamás se hubiera alcanzado de otra manera.
Para que usted entienda la magnitud de esta inversión, el hecho de que nuestras autoridades hayan ordenado la producción de
es tan trascendental y positivo en términos turísticos, económicos y de imagen como cuando la película de James Bond, se filmó en la Ciudad de México.
A lo mejor a usted ya se le olvidó pero gracias a esta cinta, miles de mexicanos recibieron beneficios directos, muchísimos turistas se animaron a venir a conocernos y la capital del país incorporó una nueva y millonaria tradición a su calendario: el desfile del Día de Muertos.
¿Se imagina usted todo lo que se podría desprender de ¿Ya se puso a pensar en las ganancias directas? ¿En el impacto turístico? ¿En lo que nos podría heredar?
Cirque du Soleil no solo es lo que vemos en el escenario. Cirque du Soleil es belleza, es salud, es la esencia más pura del espectáculo, una de las tradiciones más ancestrales de la humanidad, cata- pultada al contexto más vanguardista que usted se pueda imaginar.
Obviamente, los resultados no se van a ver tan rápido como con la película de James Bond porque los ritmos del circo son otros, pero son más fuertes, más claros, más duraderos.
Por lo mismo, le suplico que corra a ver esta presentación y le ruego a nuestros políticos, tanto a los que van de salida como a los que muy pronto nos van a gobernar, que corran a ver
y lo integren a nuestro futuro inmediato.
No hay niño que después de ver esto no quiera desarrollar su cuerpo, escribir nuevas historias, defender nuestros recursos naturales, proteger a nuestros animales y hacer algo todavía más hermoso con nuestra cultura.
Ver es un acto político, sí, pero un gran acto político, un acto de amor a lo más sagrado que tenemos: nosotros. Yo tenía mucho miedo de ver esta presentación porque a pesar de las recomendaciones de algunos amigos que la vieron antes en otras ciudades, como usted sabe, la cultura mexicana está llena de lugares comunes.
Cirque du Soleil le dio la vuelta a eso y el resultado es algo de un México tan actual que no hay manera de mirar a esos artistas y de no llenarse de orgullo.
es un espectáculo chingón, como el nuevo México, el que le da su lugar a los luchadores, a las estrellas de cine y que se entrega a la selección nacional en los mundiales de futbol.
es un que nos habla de un renacimiento, de un país incluyente, donde las mujeres valen tanto como los hombres, donde se trabaja en equipo, donde no importa el color de la piel.
Todo es tan bello: la narrativa, la música, el vestuario, la interacción con el
público
es lo mejor que no pudo haber pasado a quienes amamos nuestra patria, nuestras raíces, la vida misma.
Todo es tan bello en esta presentación del Cirque du Soleil: la narrativa, el escenario, la música, la iluminación, el vestuario, el maquillaje, la interacción con el público, cada uno de los números.
Pero, sobre todo, las reacciones del público. Esas carcajadas de los niños más chiquitos, esos gritos de emoción de los adolescentes, esas miradas llenas de asombro de los adultos, no se ven en todos lados. Se lo juro.
Lo único que le pido es que vaya y no pierda detalle de lo que le pongan en el escenario, desde el momento en que le dan cuerda, literalmente, al hasta ese punto en donde el gran protagonista de esta historia carga con esa llave y se lleva a México para siempre.
¿Qué va a hacer de aquí el 23 de diciembre? Yo que usted luchaba con uñas y dientes por llenar su alma de
Le va a encantar. De veras que sí.