Creará el ITESO un Centro de Derechos Humanos en la región
El nuevo rector de esta casa de estudios comparte los planes y el enfoque que prevé proyectar en su rectorado hacia una comunidad de 11 mil alumnos y más de 40 mil egresados y desde ellos con incidencia social en la entidad
El emblemático 2 de octubre pasado, Luis Arriaga Valenzuela asumió el cargo de rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) por un periodo de cuatro años. Volvió así a la universidad jesuita en Guadalajara, de la que fue académico entre 2000 y 2002 y egresado de la maestría en Filosofía Social en 2003, para luego continuar su prolífica trayectoria como abogado, sin despegarse jamás de la academia. Del Centro Miguel Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), donde comenzó su carrera como defensor en 1994, a la Universidad de Stanford –encomienda previa a su regreso a tierras tapatías- han pasado 24 años. En entrevista con MILENIO JALISCO comparte los planes y el enfoque que prevé proyectar en su rectorado hacia una comunidad de 11 mil alumnos y más de 40 mil egresados y desde ellos con incidencia social en la entidad.
¿Qué le significa su llegada como rector al ITESO?
“Es una gran oportunidad de servir mejor a mi país, a la Compañía y a la comunidad del ITESO. Hay varios proyectos en puerta, uno de ellos es la conformación de un Centro o un Instituto de Derechos Humanos que se encargue de atender los problemas más importantes de la región. Estamos trabajando en una comisión que está haciendo un diagnóstico sobre los problemas más serios que tiene el estado de Jalisco y el occidente del país en materia de derechos humanos. Esas son algunas de mis prioridades. Desde luego junto cinco ejes que son fundamentales para la institución: El primer tema es la excelencia académica, poner los mecanismos para tratar de superar y llegar a esa excelencia; el segundo tema es la innovación tanto social como tecnológica, desde luego con pertinencia en la realidad social; la tercera es la internacionalización…” “El inglés, intercambios, convenios, programas de doble titulación. Eso es otra de mis prioridades como rector. La cuarta es la administración transparente y eficiente, y por último la identidad jesuita. Para nosotros es muy importante el que el ITESO tenga muy clara su identidad jesuita, alineada con la visión de la Compañía, que es el servicio de la fe y la promoción de la justicia. Es una universidad de inspiración cristiana, que ha sido semillero de personas comprometidas con su entorno”. “Sí, lo imprimo no por mi formación de abogado y mi formación académica, sino porque también la realidad así lo demanda. No nos gusta que existan violaciones a los derechos humanos, pero es obligación moral de la Compañía entender y tratar de mejorar las condiciones de vida en Jalisco… En el contexto de lo que está sucediendo, el de encontrar tráileres con cuerpos humanos; encontrar en tránsito caravanas de migrantes, encontrar grupos de indígenas migrantes por la ciudad, encontrarnos también con problemas sociales graves… Tenemos claro que es una responsabilidad del Estado el cumplimiento de estos derechos, el primer responsable de su garantía y vigencia; nosotros podemos aportar desde la universidad el análisis de estos problemas y por supuesto formular políticas públicas y propuestas”.
¿Con qué ciudad se encuentra después de 18 años?
“Me encuentro con una ciudad muy dinámica, con una comunidad muy acogedora, muy sólida, que es el ITESO, con un cuerpo docente que de veras se preocupa por los problemas que vive Jalisco. Para mí ha sido muy enriquecedor…”
¿Y a estas nuevas generaciones, jóvenes de 18 años?
“Yo tengo mucha esperanza en los jóvenes. Desde ellos se puede construir un cambio y creo pues, a pesar de que se les estigmatiza, son sujetos de transformación social profunda… Me gusta convivir con ellos, les hago preguntas sobre el medio ambiente, sobre migrantes, sobre desaparecidos, y son muy críticos, pero también son estudiantes que desean asumir un compromiso real con su entorno y eso me da mucha esperanza. Hay mucha esperanza en los jóvenes y mucha expectativa en las universidades”.
¿Y para ellos se plantea el tema de la excelencia académica?
“Así es. La excelencia académica nos va a dar los mejores (estudiantes) para el mundo, preparados para enfrentar las más altas exigencias del mundo de hoy. La excelencia académica no nada más implica tener puro diez, la excelencia académica al estilo jesuita es que los conocimientos se pongan en función de una incidencia en la realidad social, que se vinculen con su entorno… Esta parte que es también la excelencia humana: Formar líderes críticos, éticos, compasivos, comprometidos”.
La demanda social en derechos humanos es muy sentida…
“Es muy sentida y yo agradezco que hayan puesto los ojos en mi para asumir esta responsabilidad. Creo que tiene que ver también con escoger a alguien con interés en promover estos temas, en una comunidad que se ha caracterizado en sus sesenta años, en tener una fuerte presencia social, regional… vinculada a los temas de derechos humanos efectivamente”.
¿Esa formación en Derechos Humanos es transversal, toca a todas las carreras?
“Tenemos programas académicos de formación humana, a todos los estudiantes se dan materias vinculadas con primero, una visión de ser humano, la antropología, y materias que está vinculadas con la ética y temas contemporáneos, de diálogo con la sociedad. Esto es la educación humanista”.
¿Es posible combinar la transformación tecnológica con el espíritu humanista?
“No son temas que están disasociados. Hay una gran demanda de egresados del ITESO. Somos muy afortunados y muy agradecidos con el sector empresarial, con el sector público, que acojan a egresados del ITESO. Da mucho gusto encontrarte que te dicen con mucho orgullo ‘yo estuve en el ITESO y eso representa un estímulo en mi vida’. Sobre todo darte cuenta que están comprometidos con su entorno, con la formación de la Compañía de Jesús”.
Luis Arriaga Valenzuela Rector del ITESO
¿Quisiera resaltar algo más sobre sus planes?
“Nosotros estamos creando nuevos programas de estudio, nuevas especialidades buscando oferta innovadora… Está comprobado que las universidades van dos pasos al frente que las industrias, es algo que tenemos que hacer juntos… El otro tema es el de financiamiento, buscamos una universidad donde haya una composición social diversa, incluso étnica, cultural, de todo tipo, porque la diversidad enriquece. Hemos destinado más recursos para apoyar con becas y créditos educativos, 313 millones 400 mil pesos este año, esto es casi la mitad de nuestros alumnos tienen algún tipo de apoyo”.