“Asesino de costos”
1999:
El brasileño llegó a Tokio para salvar a Nissan, que acababa de unirse al grupo francés Renault. Fue nombrado presidente dos años después.
2016:
Salva Mitsubishi al adquirir a través de Nissan una participación de 34% del grupo, entonces enzarzado en un escándalo de falsificación de datos.
2017:
Pasó el cargo a Hiroto Saikawa, aunque siguió al frente del consejo para concentrarse más en la alianza con Renault y Mitsubishi Motors.
2017:
Como presidente de Nissan, cobró cerca de 8.8 millones de euros. Ganaba más de 7 mde anuales como consejero delegado de Renault desde ocho años atrás.
2019:
La fiscalía de Tokio confirmó la detención del ejecutivo de la alianza automotriz por presunta ocultación de ingresos.