Trump choca ahora con el presidente de la Corte
El Poder Judicial rechaza que haya jueces “pro Obama”, luego de que uno frenara el decreto que niega asilo a migrantes que llegan a EU de manera ilegal
El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, denunció ayer la existencia de “jueces pro Obama”, dando inicio a una fuerte e inhabitual polémica con el presidente de la Corte Suprema, John Roberts.
Poco antes de la denuncia de Trump, el juez Roberts –ante quien prestó juramento el día que asumió la presidencia– había destacado la imparcialidad de los magistrados estadunidenses.
“Lo lamento, señor presidente John Roberts, pero existen efectivamente los ‘jueces pro Obama’”, tuiteó el mandatario, y acusó a los magistrados de tomar decisiones “sorprendentes” contra su política antimigrantes.
Trump acusó en particular a la novena jurisdicción federal de las cortes de apelaciones, que incluye a California, por haber tomado decisiones “peligrosas y poco juiciosas” sobre temas migratorios.
Un magistrado californiano suspendió el martes pasado un decreto presidencial que dis- ponía el rechazo automático de cualquier demanda de asilo proveniente de migrantes que hubieran ingresado ilegalmente al territorio nacional.
“Es una vergüenza”, reaccionó Trump. “Es un juez pro Obama y no volverá a pasar”, advirtió, denunciando a un tribunal que, según dijo, tiende a fallar en favor de sus opositores políticos.
“No tenemos jueces pro Obama, o Trump, o Bush, o Clinton”, le respondió Roberts en un comunicado dirigido a los medios de comunicación.
“Tenemos un conjunto extraordinario de jueces dedicados que hacen todo lo que pueden para juzgar de manera equitativa a quienes comparecen ante ellos”, explicó el presidente de la Corte Suprema.
“Todos deberíamos mostrar nuestro reconocimiento por poder acceder a una justicia independiente”, señaló este magistrado que preside una corte integrada por cinco jueces conservadores y cuatro progresistas y cuya misión consiste en controlar que las leyes se ajusten a la Constitución y pronunciarse sobre los grandes temas que dividen a la sociedad estadunidense.
Una polémica pública entre el jefe del Ejecutivo y el magistrado de mayor rango del sistema de Justicia federal es un hecho extremadamente raro en Estados Unidos, más aún la víspera del Día de Acción de Gracias, considerado un momento de búsqueda de reflexión y de consenso.
El juez federal de San Francisco Jon Tigar estimó el lunes pasado que el decreto firmado por Trump el 9 de noviembre violaba la ley, según la cual, el derecho a pedir asilo “se aplica a todo extranjero que arriba a Estados Unidos, independientemente de su estatuto”.
El próximo 19 de diciembre la corte debe pronunciarse sobre el fondo del asunto.
El decreto presidencial está destinado a desalentar a los miles de migrantes de América Central, principalmente de Honduras y El Salvador, que están llegando de manera masiva en caravanas a la frontera con Estados Unidos tras su paso por el territorio mexicano, un movimiento calificado de “invasión” por Trump.
El mandatario republicano ha dicho que “está seguro" de que la Corte Suprema terminará dándole la razón.
“Es una vergüenza. Es un juez pro Obama y no volverá a pasar” Donald Trump
Mandatario de Estados Unidos
“No tenemos jueces pro Obama, o Trump, o Bush, o Clinton. Tenemos extraordinarios jueces” John Roberts
Presidente de la Corte Suprema de EU