Testigo sin rostro en NY
Declaró que rentaron oficinas desde las cuales repartían sobornos
CdMx, “centro de operación de El Chapo desde 1989”
A fin de fortalecer la relación con la policía e instalar un centro de control financiero, a partir de 1989 Joaquín Guzmán rentó diversas oficinas en el Distrito Federal, hoy Ciudad de México, como parte de su crecimiento como jefe del cártel de Sinaloa.
Según Miguel Ángel Martínez y Martínez, testigo protegido del gobiernodeEU,quedesdelatardedel lunes declara contra en la Corte Federal de Brooklyn, fueron alrededor de siete los espacios que operaron antes de que el líder fuera detenido en 1993.
En dichos espacios trabajaron HumbertoLoyaCastro,encargado de sobornos a los jefes policiacos, y el mismo testigo Martínez y Martínez, que sirvió a
durante siete años, primero como piloto y ya después como “una especie de gerente”, según su pro- pia definición del puesto.
Antes del cuestionario del asistente del fiscal, Michael Robotti, o
relató que las utilidades producto de la venta de cocaína y mariguana en EU regresaban a la capital mexicana en camionetas de doble fondo
al declarar el lunes en el juicio.
desde Guadalajara o Guanajuato, adonde llegaban en avioneta directo de Agua Prieta, Sonora, su primer destino en México.
En el Distrito Federal depositaban en bancos o escondían en casas de seguridad entre 3 y 5 millones de dólares mensuales, cifra que, según sus cuentas, en sus
mejores tiempos aumentó a 20. Pero cuando al grupo de
le fue descubierto y cancelado un túnel en Agua Prieta, por el que movilizaban la droga hacia Douglas, Arizona, cambiaron la forma de traficar e introdujeron las latas de chiles jalapeños y también las pipas de aceite comestible, que llenaban en las bodegas que tenían en la Ciudad de México, según el testigo.
Martínez recordó la vez que fueron a ver a Juan José Esparragoza, al Reclusorio Preventivo Sur del DF y que ahí los recibieron con un mariachi, langosta, bistec y faisán.
Durante lustros, las autoridades de la Ciudad de México han negado que los cárteles de la droga operen en la capital. Contó también que cuando
comenzó a ganar mucho dinero producto de la venta de cocaína, inició una vida de lujos que le permitió adquirir una casa en Acapulco, que costó 10 millones de dólares, con yate.
Sus inversiones incluyeron un rancho en Guadalajara con alberca, cancha de tenis y zoológico con leones, panteras, cocodrilos y osos. El dispendio continuó con viajes a todo el mundo que incluyeron paradas en Macau, centro internacional de apuestas, y en Suiza, donde se sometió a un tratamiento de regeneración celular.