Cine nostalgia y Cine estelar
El cine mexicano es una mina de oro en la industria de la televisión desde los grandes clásicos, con las estrellas de la época de oro, hasta los más recientes estrenos. Los
ratings no mienten. Las multitudes aman lo mismo a Pedro Infante y a María Félix que a Demián Bichir y Diego Luna.
¿Por qué? Porque estas películas nos dan certeza, confianza, identidad. Hay un fenómeno muy fuerte y poco estudiado que tiene que ver con el triunfo de nuestro cine incluso por encima del de las telenovelas. ¿Por qué le estoy contando esto? Porque hay una historia de éxito que, por el peso de muchísimos intereses, no ha llegado a la opinión pública: la de los canales Cine Nostalgia y Cine Estelar.
¿Usted había escuchado hablar de ellos? Seguramente no, pero son los dos embajadores más poderosos de la cultura cinematográfica nacional fuera de nuestras fronteras. Estos señores tienen conmocionadas a las audiencias de muchos lugares del continente, especialmente a las de Estados Unidos donde son líderes absolutos de rating y ventas.
Como su nombre lo indica, Cine Nostalgia es una frecuencia que se distribuye por los cables y las antenas directas al hogar especializada en cine mexicano de antaño, el más “viejito”, el que es en blanco y negro.
Cine Estelar es lo mismo, pero para películas más recientes, a colores. Estas dos señales le dan la arrastrada de su vida a los canales de cine mexicano de Televisa y de muchas otras corporaciones. ¿Por qué? Porque su catálogo es mil veces más grande y completo, y porque sus programadores son auténticos genios. A ver, ¿cómo es posible que su catálogo sea así de tremendo si se supone que Televisa es la dueña de todo? Pues no se crea, Televisa ya no es lo que era antes y a nivel internacional las cosas de mueven de otra manera.
Carlos Vasallo, el CEO y creador de estas frecuencias, ha ne- gociado directamente con los dueños de los derechos de todas estas joyas, con los productores del cine clásico que todavía están vivos y con sus descendientes, y ha llegado a acuerdos fabulosos.
Pero, ojo, no sólo se trata de llegar a acuerdos para transmitir el material. No, son acuerdos para salvarlo, para restaurarlo, para digitalizarlo, para volverlos ciento por ciento competitivo a escala global y de acuerdo a los requerimientos tecnológicos de las nuevas ventanas que integran la industria de la televisión.
Nuestra memoria cinematográfica está en deuda con el señor Vasallo y con su equipo de colaboradores. Se necesita una inversión muy fuerte, un cariño muy grande y una visión de oro para hacer lo que ellos están haciendo cinta por cinta. Además, debería ver cómo las programan. A diferencia de lo que tenemos en México, donde los ejecutivos nos avientan el material sin ton ni son, los suscriptores de Cine Nostalgia y de Cine Estelar son seducidos con las estrategias más preciosas que usted se pueda imaginar.
Sí, hay ciclos, pero también hay horarios, momentos, reacciones. A esto me refiero cuando le digo que los programadores de estas señales son unos genios. No por trabajar con material de antaño no son jóvenes, frescos y a las pruebas me remito: paralelamente a las películas, los directivos de Cine Nostalgia y de Cine Estelar producen materiales para complementar el cañonazo de las películas, para darles todavía más certeza, confianza e identidad a sus espectadores.
¿Cuál es la nota? Que el próximo lunes 3 de diciembre Cine Nostalgia y Cine Estelar van a cumplir sus primeros diez años de vida y yo quiero que usted, como yo, los reconozca, que los celebre y que les dé su lugar.
Es un orgullo para México que esto exista, que esto triunfe, que esto se lo que es. ¿A poco no? ¡Felicidades!