Nuevo régimen
Inicia un nuevo régimen, nos informó el nuevo Presidente de la República. Nuevo régimen de cambio profundo y radical, centrado en combatir y eliminar la corrupción como modo operativo del gobierno y de la economía nacional. Nuevo régimen con el cual se marca el fin del neoliberalismo social y económico en México: Según lo dicho por el Presidente, el fin de las reformas estructurales de los últimos treinta y seis años. Decisiones con las cuales se busca enfrentar y resolver los grandes problemas nacionales, modificar la relación entre gobierno y sociedad y darle prioridad a la población más vulnerable. Nuevo gobierno organizado y ejercido desde la honestidad personal y colectiva, como actitud primordial en las relaciones personales y políticas, valor convertido en virtud cuando se pone al servicio de los demás.
Difícil impugnar propósitos y carácter de principios, decisiones y argumentos de quien presidirá el nuevo régimen, con los cuales pide confianza y mantiene la esperanza de servir al país, sacarlo de la crisis e impulsarlo a un mejor futuro, junto con el trabajo y la colaboración de los mexicanos. Esperemos conocer los medios concretos, las propuestas operativas y los plazos en las cuales deben cumplirse para determinar el acierto o no de tales propósitos y argumentos. A más de observar la colaboración o la oposición de los grupos de interés y de poderes fácticos y sus efectos en las políticas y sobre todo en la gestión práctica de estas, actividad donde se esconden los imprevistos, surgen las dificultades y siempre hay un alto margen de incertidumbre.
Un discurso inicial sin cambios en el estilo, en la narrativa, en el contenido y en el lenguaje del personaje. Sorpresivo quizá, la argumentación de ciertas de- cisiones contrarias a dichos anteriores. Por ejemplo, la defensa del llamado a las fuerzas armadas, antes no considerado, a continuar su presencia y actuación en el combate del crimen al tiempo de trabajar en la construcción del nuevo cuerpo, la Guardia Nacional, como la policía constituida para ir contra el crimen organizado y la inseguridad. Otro ejemplo, su propuesta de “punto final”, con palabras no usadas antes, bien fundada y, con todo, criticada por un sector.
Esperanza crítica o crítica esperanzada pueden ser dos actitudes ante el nuevo régimen. Serán realidad si se aprovechen y se escuchan, al menos.
Se marca el fin del neoliberalismo social y económico en México... de reformas de 36 años