Bernardo Bertolucci
Nos enteramos de la muerte del realizador italiano Bernardo Bertolucci por encabezados de prensa como: “El último tango de Bertolucci”, “Erotismo y decadencia”, “Un cineasta entre política y escándalo” y “El último emperador marxista del cine”. La manera de reducir a un creador a una sola obra o un solo rasgo se explica por la urgencia de publicar la nota. Sin embargo, entristece - más allá de su muerte – el afán de los periodistas de sintetizar la obra de toda una vida en dos o tres sustantivos o adjetivos llamativos. De acuerdo, El último tango en París (1972) inquietó al público y se convirtió en película de culto y El ultimo emperador fue un éxito de taquilla. Sin embargo, la obra de Bertolucci trasciende el escándalo y el éxito por la consistencia y maestría con la que muestra personajes, historias y contextos socioculturales complejos. El cine de Bertolucci empieza dónde otros terminan: Con la búsqueda de las raíces de la conducta sexual y social, las características de la sociedad y represión patriarcal, el ejercicio del poder, la brutalidad y el sadismo del fascismo. Sus filmes no tematizan estas preocupaciones como ensayos fílmicos sino como relatos ficcionados con narrativas innovadoras, una estética visual y sonora exquisita y actores maravillosos que crean emociones fuertes en el espectador.
“Utilizo la historia pero no hago cine histórico”, contestó Bertolucci a la pregunta de un periodista acerca de la relación de sus filmes con la historia italiana y europea. Filmes de los años sesenta y setenta como Prima della rivoluzzione, La estrategia de la araña, El conformista y Novecento son ejemplos magistrales de su convicción de que el cine narra historias íntimas, personales y locales para mostrar épocas y momentos específicos con significado universal. En El conformista, adaptado de un texto de Alberto Moravia y fotografiado por Vittorio Storaro, se narra la historia de un hombre que se pone al servicio de la dictadura de Mussolini. El “caso” italiano del sometimiento oportunista al poder adquiere carácter universal al citar la alegoría de la cueva de Platón y mostrar la silueta del hombre que se compara con una estatua romana y proyecta en la pared la sombra de un personaje que hace el saludo fascista.
La relación entre historias y relaciones personales con contextos geopolíticos y socioculturales específicos, también caracteriza películas como El último emperador, The Sheltering Sky, El pequeño Buda, Belleza robada y Los soñadores, un filme - homenaje a la nueva ola francesa. Interesante que Bertolucci también se inspiró en la literatura latinoamericana ya que La estrategia de la araña está basada en un texto de Jorge Luis Borges. Su último filme Io e Te (Tú y yo) inauguró el FICG 2015. Desgraciadamente Bertolucci ya no pudo asistir.
“Utilizo la historia pero no hago cine histórico”, contestó Bertolucci