Roberto Arias
“La refundación del gobierno en marcha”
Con la instalación de la mesa de seguridad estatal como la primera acción ejecutiva de su mandato (MILENIO JALISCO, 7 de diciembre), el ahora gobernador constitucional Enrique Alfaro Ramírez dejó en claro cuál será su mayor prioridad y el principal desafío que habrá de enfrentar su gobierno: elevar sustancialmente la capacidad de respuesta del Estado frente al ambiente de violencia e inseguridad prevaleciente en la entidad. Y es que como bien lo apuntara Federico Reyes Heroles durante su visita a El Colegio de Jalisco: “preservar la vida debe ser el principal indicador de cualquier régimen democrático que se precie de serlo.”
En efecto, el diagnóstico de los especialistas Guillermo Zepeda Lecuona y Paola Jiménez resulta contundente: “la incapacidad de respuesta del Estado ante la comisión de un delito como el homicidio doloso ha permanecido constante en los últimos 20 años, es decir, el aumento de incidencia delictiva no se ve reflejado en un aumento en la cantidad de investigaciones concluidas, procesos y sentencias” (Este País, noviembre 2018, p. 33). El que Jalisco destaque entre los focos rojos en materia de Seguridad, a decir de las autoridades federales (MILENIO JALISCO, 7 de noviembre), explicaría la premura que se tuvo en el Congreso de Jalisco para reformar la legislación orgánica de la Fiscalía General cuyo objetivo “fue la separación de las funciones de Seguridad Pública de las de Procuración de Justicia” (MILENIO JALISCO, 6 de diciembre).
Frente al contexto de urgencia y premura que ha marcado la coyuntura del cambio de mando en la entidad en relación a los asuntos de seguridad pública, bien vale la pena subrayar los ánimos de corrección y diálogo que parecen prevalecer entre las autoridades locales y cuya puerta de entrada fue directo, a través del compromiso asumido por el propio titular del Ejecutivo estatal durante su mensaje de toma de posesión, de respaldo total a favor de todo el sistema estatal anticorrupción y que habrá de concretarse en tres indicadores muy puntuales: “autonomía plena, suficiencia presupuestal y coordinación interinstitucional.”
Por lo pronto, el simple reconocimiento del presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Salvador Caro Cabrera, sobre “lo que se puede mejorar, que hay insuficiencias, deficiencias y oportunidades que podemos aprovechar en materia de organicidad de la Fiscalía Estatal” (MILENIO JALISCO, 6 de noviembre), es ya un buen indicio
diciembre._ de apertura para dar cauce a los puntuales señalamientos que le ha formulado el Comité de Participación Social, que supondría un veto parcial a la nueva Ley Orgánica de la Fiscalía General aprobada el pasado 4 de
Vale la pena subrayar los ánimos de corrección y diálogo de las autoridades