Adidas vs Puma: historia de la rivalidad entre hermanos
Casi todo mundo conoce las marcas Adidas y Puma y sus artículos deportivos, pero apenas alguien sabe el drama familiar que se encuentra detrás de ellas. Sus fundadores, los hermanos Adolf (Adi) y Rudolf (Rudi) Dassler, hijos de un modesto zapatero y una mujer que dirigía una lavandería, no solamente hicieron de la empresa familiar en Herzogenaurach en Alemania, dos empresas globales, sino que mantuvieron hasta la muerte una enorme rivalidad marcada por la amargura y un sentido infantil de la competencia.
Cuando eran pequeños su padre los hacia competir deportivamente entre ellos, con lo que desarrollaron una gran ambición y el nada saludable hábito de medirse constante y obsesivamente con los éxitos del hermano. En sus tiempos juveniles, Adi tardó en convencer a su madre de que le permitiera experimentar en su lavandería lo que siempre había soñado hacer: zapatos deportivos como nunca se habían visto, muy ligeros y cortados conforme al pie de los atletas. Mientras Rudi estudiaba comercio, aprendía a vender productos y llevar la contabilidad.
Con muy poco dinero, maquinaria usada y uniformes desechados por el ejército alemán de los que obtenían lona y cuero, los hermanos fundaron en 1924 la “Fábrica de zapatos de los hermanos Dassler”. El éxito los acompañó gracias a que el futbol empezó a convertirse en un deporte muy popular desde los años 20 y a que los futbolistas empezaron a buscar sus zapatos.
Los hermanos Dassler no solamente equiparon al equipo alemán con sus innovativos zapatos para los Juegos Olímpicos de 1936, en Berlín, sino también a los atletas estadounidenses, entre ellos al ganador de cuatro medallas de oro, el afroamericano Jesse Owen.
Aunque ellos pretendían mostrar el lado amable del nazismo alemán, su acción los convirtió en objeto de la ira de la élite nazi. Hitler,bastantemolesto,abandonóelEstadio Olímpico de Berlín ante una de las victorias de Owen. Sin embargo, gracias a los espectaculares triunfos del estadounidense, los Dassler consiguieron que su nombre fuera conocido internacionalmente.
El Führer no pudo prescindir de la fábrica de zapatos deportivos de Herzogenaurach, pues el entrenamiento corporal era parte importante de la formación militar y de la ideología nazi.
Adi Dassler fue reconocido por las autoridades militares como “empresario indispensable”, con lo que evitó ser llamado al Ejército, y su fábrica pudo seguir funcionando. Sus modelos llevaban los sugestivos títulos “Lucha” y “Rayo”, que se ajustaban a la propaganda nazi.
Rudi no corrió con la misma suerte, fue enviado al frente en Polonia, posición que abandonó. Poco más tarde, fue detenido como desertor por la policía alemana y enviado a prisión en Nuremberg. Al terminar la guerra fue hecho prisionero por las tropas americanas, quienes lo acusaron de espiar para el Servicio de Seguridad Alemana. Cuando preguntó por las causas de su arresto, los americanos le contestaron que había sido por una denuncia anónima. Eso lo llevó a imaginar que su hermano lo había traicionado, sentimiento que lo acompañó el resto de su vida.
En 1943 la fábrica fue ocupada por el gobierno nazi y la fábrica dejó de producir zapatos deportivos, para dedicarse a la fabricación de bazucas.
En 1948, la ruptura entre los hermanos fue definitiva, por lo que decidieron que cada uno fundara su propia empresa. Adi fundó la compañía Adidas, una combinación de su nombre y de su apellido, con tres líneas como logotipo. Rudi nombró su empresa Puma, pues de pequeño así lo nombraban por haber sido un excelente corredor.
Ambas compañías tenían su fábrica de producción den Herzogenaurach, a poca distancia una de la otra, separadas únicamente por el río Aurach. Si un conductor en auto entraba al pueblo, una flecha le señalaba el camino para la fábrica de Adidas y otra flecha, en sentido opuesto, a la fábrica de Puma.
Adidas tuvo su primer gran éxito cuando la selección alemana de futbol logró coronarse en el Campeonato Mundial de Futbol, en 1954, el llamado “Milagro de Berna”. El entrenador alemán Sepp Herberger había iniciado negociaciones con Puma, pero no sólo pedía zapatos, sino también apoyo económico. Rudi rehusó y Alemania fue campeón en los zapatos del odiado hermano, que le dio al entrenador lo que exigía.
La larga pugna entre Adi y Rudi Dassler pasó a sus hijos. La competencia se hizo entonces todavía más dura, pues tanto Horst, el hijo de Adi, como Armin, el hijo de Rudi, querían mostrarles a sus respectivos padres que lograrían vencer al peor de sus rivales. La lucha los convirtió en patrocinadores de los mejores atletas, Puma, por ejemplo, logró contratar al brasileño Pelé para promocionar sus productos.
Desde su rompimiento hasta la muerte de Rudi, el 27 de octubre de 1974, los hermanos no intercambiaron palabras. Después de la muerte de Adi, cuatro años después, la competencia entre ambas empresas dirigidas por los hijos continuó. En los años 80, las compañías tuvieron dificultades. Cuando murieron los hijos de los fundadores tanto Puma como Adidas pasaron a otras manos.
Actualmente ambos consorcios se encuentran entre los tres productores más grandes de artículos deportivos. Adidas se encuentra en segundo lugar, seguido de su eterno competidor, Puma.