No van a entender si...
No hay nada más nocivo que las altas expectativas en un mundo en el que todos somos críticos. Cuando a algo le va bien, no faltará quien sienta la necesidad de decir precisamente lo contrario y regodearse en ello. “Yo sí soy especial porque no me gustó tal cosa”. Se vale, pero también hay que admitir que es un tanto divertido, en el caso de la cinta Roma, ver a tantas personas en las redes con una necesidad feroz de decir que no les gustó. Como si todos los que la habíamos visto antes nos habíamos puesto de acuerdo para jugar a la ropa del emperador. Justo este domingo pude platicar con Alfonso Cuarón nuevamente respecto a la cinta. Aún no me asomaba a las redes sociales, así que no había visto el extraño fenómeno que estaba ocurriendo. Pero tenía muy claro como en diferentes lugares del mundo la reacción a esta película tan mexicana había sido de amor extremo, aplausos y nominación tras nominación a premios. Así que, por eso, y solo por eso, le hice esta pregunta:
¿Te ha sorprendido la forma en la que Roma se ha vivido en algún lugar en particular y que quizá la entiendan distinto a nosotros aquí? “Curiosamente me sorprendió muchísimo, porque yo pensé que la película era muy específica, sin embargo, creo que se están conectando con cosas muy parecidas. Quizás el mexicano tenga mucho más contexto social en la especificidad de la película;creoqueelmexicanolepuede dar más niveles de lectura, para bien y para mal, pero el público fuera de México se esta conectando de manera mucho más fuerte al contenido emocional de la película”. Fue la respuesta de director (mañana la entrevista completa). Y salí de ahíagradecidaporhaberpodidoplaticarconél,antesy después del fenómeno. Y entonces vi Twitter.
No sé si de manera seria o a modo de chiste (aunque me parece que no) alguien puso que no iban a entender Roma si nacieron fuera de Ciudad de México. ¿Perdoooooooón? Pero las redes sociales hicieron lo que saben hacer muy bien: crear un gran chiste de cualquier cosa cuestionable. Y más de algo con tan bonitaestructuraparasátirasencilla.ChumelTorresobviamente lo volvió enorme con su “No van a entender Star Wars si su papá no es un emperador intergaláctico”, y detrás de esa joya, una belleza tras otra, como “No van a entender Eso si nunca se los ha cargado el payaso”, “No van a entender La risa en vacaciones si no han ido a Acapulco” o “No van a entender El libro de la selva si no te abandonaron con los lobos de bebé”yapartirdeahílosmilyundesvaríos,algunosmuy chistosos, muchos otros con carga política y poco humor. La cosa es ésta: opinen lo que opinen de Roma, Cuarón tiene razón. Es una película específica, pero con los sentimientos desbordados. Hay pocas culturas que no se pueden conectar con eso. Tal vez es un asunto más personal. Yo conecté en momentos que no son de ninguna manera la cúspide de la cinta. Yo me sorprendí de la belleza y la recreación, pero sobre tododecomounosiemprequierevolveracasa.Puede no haberles gustado la película, o quizás no conectar con lo narrado. Pero creo que todos entendimos. Y entendimos bien.
Las redes hicieron lo que saben hacer muy bien: crear un gran chiste de cualquier cosa cuestionable