El hábito de ganar
La Final. América se proclamó campeón del Torneo Apertura, venció al Cruz Azul, con doblete del defensa Edson Álvarez; ya es el club con más títulos: 13
América tiene un ADN especial que lo separa del resto. Es un ganador nato, así de simple. Tal vez sea por ese sentimiento de estar en la mirada de todos, sí, de aquellos que lo aman con locura o de los que lo odian fervientemente. La nula indiferencia que provoca el americanismo lo tiene allá arriba, en lo más alto del futbol mexicano con 13 títulos de Liga.
El América no falla y menos cuando sabe que el rival suele hacerlo por historia. Se aprovechó del instante en el que a Cruz Azul le vinieron todos sus fantasmas para inclinar un juego pavoroso que no iba hacía ningún lado. 2-0, frío y contundente. Otra vez ante una Máquina que firmó una esplendida temporada, pero que sigue fallando en el momento justo. Éxtasis y tristeza, así las realidades de ambos clubes.
Y si hay que hablar algo de esta final, solo será de los últimos 45 minutos, porque antes que eso esta serie había sido muy decepcionante. Ayer, el primer tiempo siguió con la inercia de la ida, poco arriesgue y mucha cautela. Equipos con miedo a dejar espacios más que en provocarlos.
Ambos movieron el once inicial, el Piojo por las bajas de Roger y Mateus –usando a Oribe y Henry Martin–.
Caixinha quiso sorprender con dos nueves al meter a Cauteruccio por Alvarado. Pero el juego estuvo empantanado en sus primeros 45 minutos.
Esos fantasmas
A Cruz Azul le pesa su pasado. Y tal vez tendrá que pasar mucho tiempo de sanación para que ya no sea un obstáculo en su reencuentro con la gloria.
¿O cómo explicar que Corona haya tratado de salir en corto cuando su equipo seguía encerrado; o que Marcone perdiera el balón ante Oribe Peralta tan fácil.