¿Cuarta reiteración?
Hace 45 años, el primero de septiembre de 1974, el presidente de la república Luis Echeverría (Ver: http://www. diputados.gob.mx/sedia/sia/re/REISS-09-06-14.pdf ) se dirigía al Congreso de la Unión en tono fuerte. Una muestra necesariamente parcial de frases del discurso presidencial permitirá al lector comparar con el discurso del hoy gobierno.
“El país es un mosaico geográfico y humano. La mejor manera de servirlo es conociéndolo en todas sus formas y matices, acercándose a él y dialogando con sus habitantes. Desde las oficinas sólo se perciben verdades a medias. Quien no quiera engañarse, quien quiera ser verdaderamente útil, debe mantener contacto directo, constante e intenso con la base popular.”
“El gobierno persevera en el propósito originario de escuchar a todos los mexicanos que quieran contribuir al progreso general. Todos quienes desean expresar lealmente su verdad, son oídos con respeto, porque todos poseen una parte de la compleja realidad nacional, porque todos tienen algo que aportar, algo valioso que de- cir. De ahí que nos reunamos con la mayor frecuencia con numerosos grupos sociales de las más distintas procedencias, de los más diferentes sectores. (…) de quien más hemos aprendido es de la gente sencilla, de quienes plantean llana, pero honrada y apasionadamente, un problema colectivo, y muchas veces, incluso, sugieren, con un gran sentido práctico, su solución.”.
“En política busca en silencio quien sabe que carece de razón. El diálogo, en cambio, sólo conviene a un gobierno seguro de los principios democráticos que lo sustentan. No tememos la confrontación. No eludimos ningún pensamiento crítico… El derecho a disentir no implica la pérdida del derecho a coincidir.”
“En todo momento fomentamos la participación de los escritores, artistas, científicos y técnicos a colaborar en las transformaciones del país y cada día es más amplia y patriótica su respuesta. Hemos convocado continuamente al ejercicio responsable de la crítica y nadie ha sido ni será molestado por ejercerla. No aspiramos a adhesiones incondicionales ni a la unanimidad. Unas y otras son sospechosas. Buscamos el apoyo mayoritario, pero queremos que sea deliberado y consciente. (…) La autocrítica misma, para ser auténtica, debe nutrirse también del juicio de los demás… En México, el pueblo tiene la palabra.”
En 1974 don Andrés tenía 20 años.
“La autocrítica misma debe nutrirse también del juicio de los demás…”