El boomerang de la grilla
Dice el Presidente que la grilla ya lo tiene hasta la madre: “¡Ya chole! … ¡ya! …¡quesevayaporuntubo!…:lapolitiquería, la grilla ya me tiene hasta el copete!”. Québuenoquepienseasí:lagrilla,aligual que la corrupción, son dos de los grandes males de la vida pública de México. Para entenderlomejorempecemosporlasdefiniciones.
La Real Academia Española (RAE) asocia el concepto al insecto saltador “cuyo macho produce un sonido agudo y monótono” con las alas. El Diccionario del Español Usual en México la define como “ambiente de murmuración, chismes y calumnias que se produce en círculos políticos debido a los intentos de varios de sus participantes por sacar ventajas personales y obstaculizar a sus rivales”. A la politiquería, la RAE si la incluye en sus definiciones: “Tratar de política con superficialidad y ligereza”; o bien, “hacer política de intrigas y bajezas”,asignándoleenestaúltimaacepción un significado muy similar al que en México se otorga al concepto grilla.
La grilla es fiel expresión de nuestro subdesarrollo político. Implica sustituir el debate de las ideas por las intrigas personales. Grillar es informar de la misma situación a una persona de una manera, y a otra, de forma diferente, según convenga a su interés. Es también acordar, en lo obscurito o “en corto”, compromisosopactosqueimplicanconductas indebidas o corrupción. Grillo, es lo que en nuestro medio se entiende (y queenocasionessevaloraindebidamente) como “operador político”.
Conviene por tanto distinguir al grillo, delpolíticoydelestadista.Grillo,eselque ve más por sus intereses personales e inmediatos y se guía por su convicción. Político es el que formula proyectos y trata deconstruirconsensosdiscutiendoideas paraproducirbeneficioscolectivossobre la base de una ética de responsabilidad que calcule las consecuencias de sus decisiones. Por su parte, el estadista, es un político que crea bienes públicos que trasciendan generaciones, aunque signifiquen sacrificar su popularidad. El grillo se guía por intereses personales, el político por grupales y el estadista por institucionales. Lamentablemente, en nuestro país sobran los grillos; escasean los políticos; y, los estadistas, se dan muy de vez en cuando.
Hace tiempo, el gran pensador alemán Max Weber alertaba de los riesgos de que en el mundo moderno prevaleciera la administración sobre la política. Hoy, en nuestro país, las consecuencias de que los grillos dominenlapolíticahansidodesastrosas.
Enestatesitura,convienepreguntarse si la decisión de cancelar el Aeropuerto de TexcocoylaReformaEducativa;elsonsonete del neoliberalismo o justificar los departamentos determinarcuáleslapredominante._ en Houston de sus colaboradores,¿seríanpropiosdeungrillo,deun político o de un estadista? Naturalmente, noexisteunatipologíaúnicaentrelosque se dedican a la política. Lo interesante, es
No existe una tipología única entre los que se dedican a la política