“Corrí más de 14 maratones… hasta que me lesioné la rodilla”
¿Qué le pasó?
Cuando corría y veía basura me detenía para recogerla. Un día me caí y me fracturé un menisco y la rótula se me desplazó. Llevo tres cirugías y ya me dijeron que no podré correr más. Ahora solo caminaré, dibujaré y pintaré al óleo.
¿Le gustan las artes plásticas? Soy un imitador y dicen que no lo hago mal. Me gustan todas las expresiones del arte, pero acaricio la pintura, el dibujo a lápiz y soy un ferviente admirador de los tenores.
¿Ha explorado el campo del bel canto?
Hice el disco Blanco y negro con sinfónica. Hablé con Josh Groban y Plácido Domingo me hizo favor de grabarme. He aprendido a cantar con ellos, con José José más que con nadie, me ha grabado cinco temas, es mi hermano, lo quiero con todo mi corazón y con él tuve mi primer llanto.
¿Por qué?
Él estaba grabando en Londres y me llamó para ver si tenía una canción que me sobrara, pero en ese entonces nunca me atreví a darle una. Él tenía compositores maravillosos como Rafael Pérez Botija y Manuel Alejandro; sin embargo, gracias a él, “Lo que un día no fue, no será” fue un éxito, y hoy tiene 43 versiones.
¿Conoció a Pérez Botija?
Sí, en Madrid, España. Llegó muy sucio a una junta y nos dijo que estaba construyendo su casa con sus propias manos. Cuando regresé México, le dije a mi esposa que yo quería hacer lo mismo, así que aprendí a formar muros de tabique y poco a poco me fue apasionando la arquitectura. Antes de terminarla, me la compraron, llevo 23 edificaciones.
¿Qué lee?
De chico me gustaba subirme a los vagones de los trenes que conducía mi padre para ver qué dejaban los pasajeros y me encontré los libros de Robinson Crusoe y el de Poesías, de Manuel Acuña, quería ser como él. También he leído la obra de Miguel Hernández, de Mario Benedetti y Antonio Machado, y las sigo releyendo. Defoe Daniel ¿Qué deporte ve?
Que me despierte a las dos de la mañana, el tenis. Admiro a Roger Federer, Juan Martín del Potro y Alexander Zverev; en la Fórmula 1 me gusta el trabajo de Lewis Hamilton, Fernando Alonso y de nuestro Sergio Pérez.
¿Cocina?
¡Uff!, es otra de mis pasiones, hago paella, espagueti a la boloñesa y salmones en diferentes estilos.
¿Qué representa para usted la canción “Vive”?
Necesidad en todos los aspectos. Cuando llegué a Ciudad de México mi sueño era que mi madre ya no lavara ropa ajena, de oficiales del Ejército, a quienes mi papá les rentaba dos cuartitos. Yo me ganaba20centavosporlimpiarlestodas las insignias y les voleaba sus zapatos, pero veía caer los inviernos en las manos de mi madre y me daba mucha tristeza, así que por necesidad nació “Vive”, que se convirtió en el sustento de mis padres.
¿Y “Hombre”?
La canción nació porque un señor en Aguascalientes me pidió, a través de una carta, que lo ayudara a comprar su casa, pero yo no tenía dinero, apenas iba empezando. En el camión, de regreso a la ciudad, atrás de la carta escribí el tema y la guardé hasta 1977, cuando participé en el Festival OTI. Hasta ahora no he interrumpido mi jornada, eso sí, unos ladrones se metieron a mi casa y se llevaron el reloj de oro que me obsequiaron, pero no la satisfacción de ganar.