La doble moral que juzga a Chacón
Si ha habido un árbitro en el futbol profesional con la personalidad y capacidad para responder o cortar de tajo las agresiones verbales con las que futbolistas y directores técnicos se dirigen a la autoridad dentro del terreno de juego, ese ha sido Arturo Brizio Carter.
Lo hacía encarándolos, sacando pecho y si era necesario dirigiéndoles palabrotas, del mismo nivel de las que le dirigían a él.
El tema se ha comentado ampliamente en otros momentos y me lo platicó para publicarlo el propio Arturo, quien desde hace ya un rato es el presidente de la Comisión de Arbitraje de la Federación Mexicana de Futbol.
Eran otro tiempos. De mucho menor tensión y supervisión públicas y mediáticas. Pero también de menos moralina.
Y saco esto al cuento por la investigación que le abrió la Comisión Disciplinaria de la FMF al silbante Francisco Chacón. A este árbitro le leyeron los labios la noche del pasado miércoles cuando actuó en el partido de la Copa Mx en el que el América eliminó a las Chivas. Se supone que Chacón dijo dos frases: “A mí me vale madres”… Y: “Todos me la pelan”… Se dice también que realizó un gesto imitando ciertos rasgos físicos del entrenador del América, Miguel Herrera.
Bueno… Me parece que quienes se asombran de esto son verdaderos hijos de la doble moral. Sean jugadores, entrenadores, directivos, otros árbitros o cualquier aficionado.
Si algo pasa en una cancha de futbol es tensión y “malas” palabras… Muchas, las del estilo de las que se dice que dijo Chacón, absolutamente tolerables.
¿Por qué el escándalo? ¿Van a investigar ahora los de la Comisión Disciplinaria a todo jugador al que se le lean los labios diciendo algún insulto o “mala” palabra? ¿Obligarán a que sea una norma ponerse la mano frente a la boca para que nadie pueda leer a la distancia lo que dijo?
Me parece que quienes se asombran de esto son verdaderos hijos de la doble moral