Se va la CNTE, pero en alerta máxima
Vaya usted a saber cuáles eran los malentendidos con la CNTE de los que habló Andrés Manuel López Obrador y que se resolvieron en una sentada con Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación,yEstebanMoctezuma,secretariodeEducación.
“Nosotros les reiteramos el compromiso de cancelar la mal llamada reforma educativa”, dijo el Presidente. “No hay otra intención. Y que todos los maestros lo sepan: se van a cancelar todas las leyes secundarias y reglamentos que se aprobaron para imponer esta reforma educativa y habrá una nueva reforma a la Constitución”.
No es ni la primera ni la segunda ni la décima vez que se dice tal cosa. Si aún así había un malentendido, es porque alguien no había querido bienentender.
La pregunta es si querrán hacerlo ahora. López Obrador añadió un detalle: que los líderes de la CNTE aún consultarán con sus bases, fundamentalmente en Oaxaca, por lo que el acuerdo logrado “es inicial”.
Como la CNTE tiene su historia, se puede adelantar que el malentendido habita por allá en Oaxaca y que difícilmente se aclarará como por arte de alguna magia, aunque Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, haya festejado con un tuit el “gran triunfo del diálogo: el adiós a la fuerza para la solución de los problemas sociales”.
Más que un adiós parece un hasta luego. Eloy López, de la sección 22 de Oaxaca, dejó claro y sin lugar a malentendidos que sí retirarían su plantón en la Cámara, pero que lo hacían en “alerta máxima” porque no avalaban el dictamen de reforma educativa que los diputados estaban por aprobar. De ser necesario, continuó, “estaremos en resistencia en la calle. Como lo hemos dicho, preferimos morir de pie que andar de rodillas”.
En dicho dictamen, que ya estaba acordado por las fracciones de la Cámara, el INEE y todo el Sistema Nacional de Evaluación del sexenio anterior quedó desaparecido. Una de sus responsabilidades era: “Expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden”.
Ahora, mediante la reforma en proceso, se creará el Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación, coordinado por un organismo descentralizado y autónomo, una de cuyas funciones será emitir lineamientos relacionados con el desarrollo del magisterio, el desempeño escolar y los resultados de aprendizaje. En el nivel constitucional los cambios son de matiz y se pueden interpretar como más de lo mismo; se pasa de la calidad a la excelencia, reclama la CNTE.
El punto está en las leyes secundarias. Y, sobre todo, cómo y con quién se formulen las políticas. Ya desde el año pasado la CNTE señalaba que los foros educativos que promovía el gobierno a punto de entrar estaban hechos a modo. Se seguían convocando, se decía, a los mismos actores que el sexenio pasado apoyaron y promovieron la reforma peñista.
Si en estos días los legisladores cambian algo y si reflejan los cambios en las leyes que siguen, tendremos pistas de todo este malentendido.
O tal vez negociaban algo más allá de la reforma. ¿Plazas, control de nóminas, situaciones de excepción, posiciones en las secretarías de educación de ciertos estados?
Si no, ya regresarán: eso está en su ADN.
El punto de la reforma está en las leyes secundarias y con quién se formulen las políticas