Funcionarios que deben irse por un tubo
No importa qué tan ciertas sean las acusaciones del Secretario de Seguridad sobre los motivos de su fracaso, lo cierto es que no puede ofrecer a los ciudadanos la certeza de que contamos con un cuerpo motivado y preparado para hacer frente al delito. Debe irse por un tubo, no por corrupto, sino por su tremendo ridículo
El Presidente López Obrador está decidido a poner punto final al régimen corrupto del pasado y por eso el viernes pasado lo sentenció a “irse por un tubo”. Sin embargo, si fuera consecuente con lo que afirma, su imperial tijera debería entrar en uso para separarse de muchos de sus colaboradores o amigos, cuyas acciones, de menos, sugieren la corrupAMLO
ción que tanto dice odiar.
Esta semana la Revista Animal Político hizo público que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) perdonó al gobierno chiapaneco de Manuel Velasco desvíos por 685 millones de pesos que acabaron en una red de empresas fantasma. ¿No le suena esto a la forma de operar de los gobernadores corruptos que aniquilaron al PRI? Lo mismo que tanto ha criticado.
Según la investigación de Animal Político, la Auditoría le dio carpetazo a una investigación que llevaba meses en proceso en la que habían encontrado muchas irregularidades y que ya habían denunciado en un informe. La ASF documentó irregularidades en el gasto de cientos de millones de pesos en un programa social que prometía impulsar el desarrollo de las madres solteras de escasos recursos de Chiapas, un estado en que la mitad de la población vive en pobreza.
Sin embargo, cuando se dio a conocer que en el Senado de la República se iba a presentar un punto de acuerdo para que el Gobernador Manuel Velasco respondiera por esos desvíos millonarios, la Auditoría anunció que ya se habían solventado todas las irregularidades y que no había nada que revisar.
Conforme al reporte de Animal Político las irregularidades siguen el patrón que utilizaron los gobernadores priistas que hoy están sometidos a proceso. El gobierno chiapaneco contrató 26 empresas por adjudicación directa y no por licitación, a las que se les pagaron servicios por mariachis, payasos, marimbas, supuestamente como animadores de eventos. Animal Político detectó que siete de las empresas son sociedades fantasmas, es decir, empresas sin infraestructura, ni personal.
Esta situación adquiere relevancia, si se considera que Velasco del PVEM es el nuevo y poderoso aliado de Morena en el Congreso y en el Senado, sus votos son importantísimos para aprobar las leyes que requiere Morena para satisfacer al presidente.
Otra que debería irse por un tubo es Ana Gabriela Guevara. La titular de la Conade acudió al Congreso a comparecer, después de haberse negado ¡cinco veces! (Corrió como en sus viejos tiempos). En la comparecencia textualmente dijo “Les anuncio aquí que el mes que entra se nos va a acabar el recurso… ya no va a haber presupuesto para salir de agosto hasta diciembre… ya no vamos a poder pagar la luz…” Ante esta situación y el estado de abandono en que se encuentra el deporte (En el Centro de Alto Rendimiento, la alberca no se usa, porque no hay dinero para pagar calentadores), ¿qué sentido tiene una funcionaria que recibe mensualmente un salario mayor que el del presidente? ¿No es corrupción cobrar sin trabajar? Sin luz ni su computadora va a encender, ¿no?
Y otro que ya debería de buscar un tubo es el Secretario de Seguridad. El programa de seguridad más importante del nuevo gobierno es la creación de la Guardia Nacional. Casi el mismo día en que el presidente anunciaba su fundación y desplazamiento por todo el país, la Policía Federal, la parte civil de la Guardia, inició una rebelión que deja ver la falta de diseño, preparación, objetivos, y ejecución, del “proyecto”. Lo que debería ser un impresionante despliegue de fuerzas del orden, fue un impresionante desorden. Nunca en la era moderna de este país se había visto que los que ahora sí nos iban a proteger, ni siquiera estaban dispuestos a conformar la Guardia ni a aguantar tanto insulto gubernamental.
No importa qué tan ciertas sean las acusaciones del Secretario de Seguridad sobre los motivos de su fracaso, lo cierto es que no puede ofrecer a los ciudadanos la certeza de que contamos con un cuerpo motivado y preparado para hacer frente al delito. Debe irse por un tubo, no por corrupto, sino por su tremendo ridículo.
El presidente debería ir comprando varios tubos. Por cierto, ¿alguien sabe dónde está la Secretaria de Gobernación?