Desapareciendo ahorros
En el stand up La mañanera, Manuel Andrés López Obrador MALO, anunció dos nuevas y erróneas, por no calificarlas en forma grosera, ideas, la desaparición del Seguro Popular y la utilización de los recursos depositados en el “Fondo de protección contra gastos catastroficos” de cuyo saldo de más de 80 mil millones de pesos será utilizado para los gastos de arranque del ahora llamado “Instituto de Salud para el Bienestar”, lo más probable es que sea un similar: “lo mismo pero más barato”. Lo preocupante es que el señor López, en forma por ilegal, pretenda utilizar un fondo creado para responder económicamente en caso de la necesidad de apoyo de servicios médicos de alta especialidad a los beneficiarios del seguro popular que padecen enfermedades de alto costo.
Dicho fondo fue creado mediante reforma a la ley General de Salud en 2003 con base en estudios actuariales y sus recursos se depositan en un fideicomiso que controla las aportaciones del 8% de lo aportado a la cuota social y de las aportaciones solidarias pagadas por los mismos beneficiarios del Seguro Popular, fondo depositado en un fideicomiso cuyo objeto es muy claro, por lo que por una ocurrencia del presidente no se puede cambiar el destino de un fideicomiso. En enero se había autorizado un presupuesto para 2019 de un poco más de 9 mil millones de pesos, y a fines de 2018 reportaba un saldo de 80,661 millones de pesos. Supongamos que aún exista ese saldo en dicho fondo, la primer duda que surgiría, es, ¿una vez que se agote ese saldo, de donde van a sacar los recursos para operarlo?
La citadas ocurrencias las plasmo, al estilo Trump en un memorándum, no obstante que se requiere para tal efecto una reforma legal de gran calado que debe ponerse sobre la mesa debatiendo cual es la conformación que queremos darle al Sistema de Seguridad Social mexicano. El señor López señala que aspira en tres años implementar un sistema similar al de Canadá o Dinamarca, logrando una cobertura médica de calidad para el 100% de la población, cosa que yo aplaudiría, pero que en el estado de las finanzas públicas del país se torna imposible, lo más que aporta nuestro país a este sector es el 5.6% del PIB cuando países con sistemas de seguridad social aportan un 10.8% del PIB, e insiste el presidente que lo lograra simplemente “acabando con la corrupción” cuento que ya nadie cree. Para lograr esos avances en Canadá y Dinamarca se han incrementado terriblemente las tasas de impuestos, situación que tarde o temprano acabara imponiendo MALO ya que de otra forma no podrá jamás cumplir sus promesas de campaña.
Antes de implementar sistemas de salud tan ambiciosos se debe corregir lo que ya existe, el IMSS es un verdadero fracaso, financieramente en quiebra técnica que no se quiere reconocer y sin abasto de medicamentos. Solo como ejemplo, en días pasados un adulto mayor al darse cuenta de un problema cardiaco acudió a solicitar cita, y aunque usted no lo crea si se la programaron, pero para enero de 2020 y el famoso estudio ambulatorio Holter para marzo de ese mismo año, creo que lo que pretende el IMSS es matar a sus pacientes. ¿O usted qué opina, amigo lector?
Antes de implementar sistemas de salud tan ambiciosos se debe corregir lo que existe