No deje que el dolor limite su vida
E l dolor y la discapacidad por enfermedades musculoesqueléticas representan una causa común de consulta en la población de adultos mayores, siendo considerado un problema de salud en el mundo. En México se estima que los padecimientos osteomusculares y las enfermedades reumáticas afectan a uno de cada tres adultos mayores, casi el 90 por ciento de las personas de 50 y más años ha sentido dolor, rigidez o inflamación articular, condicionando discapacidad en el 50 por ciento de ellas, según datos publicados por el Dr. Eduardo Sosa Tinoco, Miembro del Colegio Nacional de Medicina Geriátrica.
Cuando hay dolor crónico es de suma importancia identificar con precisión la causa de estas molestias y no atribuirlas al proceso degenerativo propio de la edad. De acuerdo con los registros en la Secretaria de Salud, solo el 15 por ciento de las personas mayores de 50 años encuestadas refirieron el haber acudido al médico antes de tomar algún analgésico o desinflamatorio para el alivio de sus molestias, lo que se confirma el hecho de que la mayoría de las personas se automedican desconociendo los riesgos de esta acción.
Existen muchas variantes de las enfermedades del reumatismo por lo que es primordial hacer un diagnóstico diferencial preciso con el objetivo de orientar el tratamiento adecuado en etapas tempranas de la enfermedad para reducir al máximo la inflamación, causante de las molestias y las limitaciones funcionales que condicionan discapacidad.
Cuando hay dolor musculoesquelético crónico (más de tres meses), rigidez o inflamación articular, es necesario acudir al médico para diagnosticar entre las principales enfermedades musculoesqueléticas que ocasionan estos síntomas, entre las cuales se encuentran la Enfermedad Articular Degenerativa, la Osteoartritis localizada en columna, rodillas, caderas, las artropatías metabólicas, la artritis reumatoide entre otras. Incluso la osteoporosis puede causar dolores musculoesqueléticos.
La ingesta excesiva de desinflamatorios no solo ocasiona gastritis, también puede dañar los riñones, el hígado, reacciones en piel o afectación de la médula ósea, sobre todo en personas con polifarmacia por el padecer múltiples enfermedades. Debemos de cuidar la interacción medicamentosa para evitar reacciones de peores consecuencias.
Acuda a su médico, no se automedique, más vale prevenir.
La ingesta excesiva de desinflamatorios no solo ocasiona gastritis, puede dañar los riñones