¿Qué hay detrás del éxito? (I)
Pocos, si no es que nadie, esperaban que la delegación de atletas y entrenadores que representaron a México en los Juegos Panamericanos de Lima (concluidos este domingo 11 de agosto), consiguieran tantas medallas y tan buenos resultados.
La delegación nacional concretó una actuación notable, extraordinaria. Se situó en tercer lugar, solo debajo de Brasil y Estados Unidos… Superando a Canadá y a Cuba (4º y 5º), así como librándose también del embate de Argentina y Colombia, rezagados al sexto y séptimo lugar.
En las 18 ediciones de esta celebración deportiva (inaugurada en 1951 en Buenos Aires), que se lleva a cabo cada cuatro años, solo en una ocasión los mexicanos habían alcanzado el tercer lugar del medallero. Fue en 1955, en la segunda edición de esta competición, con sede en la Ciudad de México.
Después, todos los eventos siguientes, la delegación tricolor se ha situado entre el 4º y el 6º lugar (incluidas las otras dos ediciones en las que se ha jugado el rol de local: Ciudad de México 1975 y Guadalajara 2011). En una ocasión, Sao Paulo 1963, se llegó a caer hasta el octavo sitio.
Ahora se consiguieron 37 medallas de oro, 36 de plata y 63 de bronce para un total de 136 preseas. Nunca México había conseguido tantos podios en unos Juegos Panamericanos. Ni siquiera en los últimos en los que jugó el rol de anfitrión, hace ocho años en Guadalajara, cuando se obtuvieron 133.
Hay que dedicar tiempo para saber qué es lo que permitió obtener estos resultados. No parece que en esto tenga que ver la administración de Enrique Peña Nieto… Tampoco puede ser obra de la actual administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador pues el tiempo que llevan como gestores no llega ni a nueve meses.
Evidentemente, lo que no puede ponerse bajo ninguna duda es el esfuerzo y dedicación de los atletas, sus entrenadores, sus familias.
Pero todo lo otro, intentaremos precisarlo en los próximos días.
La delegación nacional concretó una actuación notable, extraordinaria