Tras las rejas
R osario Robles amaneció hoy en la cárcel. La exsecretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Enrique Peña Nieto está acusada de uso indebido del servicio público, a raíz de la pérdida de millones de pesos en un esquema de robo de dinero bautizado por la prensa como La Estafa Maestra.
Que una exsecretaria de Estado federal esté en la cárcel resulta algo novedoso. Estábamos acostumbrados a que funcionarios públicos se vieran envueltos en escándalos por su riqueza explicable, pero que no pisaran un reclusorio ni por error. en todo caso la cárcel de los funcionarios polémicos era el mantenerse lejos de la vida pública, pero no más.
El caso de Rosario Robles me resulta peculiar. Por supuesto que estoy convencido de que no es posible que tanto dinero se perdiera sin que ella se diera cuenta.
Lo poco común es que la exsecretaria haya decidido enfrentar la justicia de frente, cuando lo habitual es que los exfuncionarios se hagan ojo de hormiga cuando ven de cerca la justicia.
Ahora tendremos que ver si otros políticos y servidores públicos enfrentan la misma suerte y, sobre todo, si están dispuestos a presentarse ante un juez para defender su caso. No sé si el sexenio de Enrique Peña Nieto resultó ser el de más robo a las arcas públicas, pero estoy seguro de que fue uno de robos cínicos y desvergonzados.
Al parecer quienes trabajaban en altos niveles de gobierno ni siquiera se preocuparon por guardar las apariencias, y se llenaron los bolsillos de billetes.
Hay que esperar a ver cómo avanza este proceso contra Rosario Robles, y ver si más personas conocidas terminan tras las rejas. Si Robles Berlanga termina siendo la única culpable, enptonces habrá que revisar si no hay también un espíritu de revanchismo por parte del actual presidente, pues es de todos conocido que la relación entre la exjefa de gobierno y su sucesor en ese cargo nunca fue ni ha sido buena. El escándalo de las ligas de Bejarano y la relación entre Carlos Ahumada y Rosario Robles es prueba de ello.
La justicia debe ser pareja. Y el caso de Rosario Robles y otros personajes es una buena oportunidad para demostrarlo.
El caso de Rosario Robles me resulta peculiar