“Rosario Robles no debe ser un chivo expiatorio.”
Hoy toma relevancia especial el reportaje Estafa Maestra, publicado por Animal Político y Mexicanos Contra la Corrupción en 2017, que documentó en forma precisa la colusión de instituciones, universidades y particulares para el desvío sistemático de miles de millones de pesos.
Hoy cae por su propio peso, lo que, en la pasada administración de Enrique Peña, se negó con el “no te preocupes
Rosario”, como se negó la implicación del exdirector de Pemex en el caso Odebrechty el conflicto de interés en la llamada “Casa Blanca”.
La investigación periodística partió de observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación, luego de revisar las cuentas públicas de 2013 y 2014 de SEDESOL cuya titular era Rosario Robles; de Banobras, cuyo titular era Alfredo del Mazo -quien en días recientes olvidó declarar una cuenta de 1.5 millones de euros en un paraíso fiscal-; de Pemex, con Emilio Lozoya -hoy prófugo de la justicia acusado de delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho-, todos ellos al parecer graduados en “desaparecer” dinero público.
Ya con Rosario Robles vinculada a proceso, por el delito de ejercicio indebido del servicio público por la afectación ocasionada por omisiones a las dependencias que encabezó, le podrán sumar otras imputaciones que serán la hebra que lleve a la Fiscalía a desenmarañar el complejo esquema de defraudación, y dejar claro que en este gobierno no existe un pacto de impunidad para proteger corruptelas de la pasada administración.
El fiscal general Gertz Manero debe fincar acusaciones con pruebas sólidas al juez, que desmantele la red de saqueo, mientras que Santiago Nieto de la Unidad de Inteligencia Financiera,debe rastrear el dinero desviado.
Esto no debe acabar con imputaciones, procesos y algunos años en la cárcel, se debe recuperar y restituir el dinero desviado, que pudo haber quedado en las campañas del PRI, en las Universidades Públicas, con particulares o en los bolsillos de los funcionarios.
Un entramado criminal de este tamaño, no se arma solo, debe haber responsables por acción y por omisión. Rosario Robles no debe ser un chivo expiatorio.
Rosario Robles no debe ser un chivo expiatorio