Responden con buenos resultados
Amateur. El equipo mexicano de clavados que compitió en JP regresó con 11 medallas, pese a la polémica previa
Pocas veces ha dejado de sonreír. Iván García es optimista, incluso en los peores momentos de su trayectoria lo ha sido. Ahora, su hija Ivana lo impulsa aún más, es el motivo por el cual anhela estar entre los grandes clavadistas del mundo.
Luego de una serie de lesiones que lo alejaron de este deporte, Iván regresó para conseguir en Lima 2019 una medalla de oro junto a Kevin Berlín en sincronizados, y la plata en plataforma individual. Se quedó cerca de ser tricampeón de Juegos Panamericanos, pero quedó satisfecho con sus actuaciones. Ahora, se acerca la Copa del Mundo, en la que buscará el pase a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
En cuanto al apoyo de Ana Guevara, titular de la Conade, y de la polémica que hubo en torno al selectivo que participó en Juegos Panamericanos, Iván menciona, en entrevista con La Afición, que los resultados se dieron, y agradeció el apoyo de la ex atleta. Los clavados fueron el deporte que más medallas dio a la delegación en Lima, con 11.
“Estoy muy feliz de estar de regreso con dos medallas más a mi palmarés en estos Juegos Panamericanos. Fue una competencia muy importante para mí, ya que vengo de dos años inactivo, las lesiones de rodillas me tenían fuera de entrenamientos y competencias”.
Te quedaste cerca de la medalla de oro con ese clavado de 3.8 grados, ¿qué sentiste?
Me quedé muy cerca de mi tricampeonato panamericano, pensé que sí me iba a alcanzar con el clavado que ejecuté, los jueces no lo vieron así. Fue una medalla de plata que me costó mucho, porque hace dos años los doctores me decían que iba a caminar, pero no iba a poder hacer clavados; entonces, hoy estoy con dos medallas más, supe sobreponerme y pasar ese trago amargo de lesiones en los que la mente te come, y qué bueno que los errores que cometí los hice en esta competencia para que el próximo año, que es el más importante por los Olímpicos, los pueda corregir a tiempo.
¿En qué momento te sientes? Me siento muy feliz, la llegada de mi bebé me animó, aunque es muy cansado. Me dio una inyección de energía, de motivación. Deportivamente hablando me siento más maduro, ya afronto mis entrenamientos de una manera distinta. Ya sé que si no hago los clavados en el entrenamiento, los que me toquen, me puede afectar para el día de la competencia, pequeños detalles que he cambiado. Disfruto día a día, obviamente me falta mucho para retirarme, pero no sé lo que pueda pasar.
Ahora viene la Copa del Mundo, que dará los pases a los Juegos Olímpicos...
Desde ya estamos concentrados para el próximo año. En marzo es la Copa del Mundo, que se puede llamar que es el Preolímpico, que es donde se reparten las plazas para Juegos Olímpicos. Obviamente tengo que llegar en una forma muy buena para tener la plaza, para estar apuntado como uno de los mejores clavadistas del mundo, tener ese nivel, ese estatus y no soltarlo durante todo el año. Ya sé lo que es ser medallista olímpico, ya lo he vivido, en Londres lo viví; entonces, sé que lo puedo volver a hacer, sueño y me esfuerzo día a día para lograrlo.
¿Cómo ves a los nuevos talentos, a Kevin Berlín?
Yo lo había dicho, que la competencia interna es muy fuerte. Kevin es un niño de 18 años que está comenzando en competencias internacionales, hizo bien las cosas, es un digno campeón panamericano, tiene mucha fuerzas, todavía tiene mucho que dar. Qué bueno que está en mi equipo, me va a ayudar a esforzarme el doble, porque no quiero quedar fuera de la selección que irá a los Olímpicos y obviamente eso me ayudará a hacer un mejor papel.
Pensando en que Germán Sánchez se recupere, ¿con quién te gustaría hacer equipo en los Juegos Olímpicos?
Me siento tranquilo, porque lo conversamos con Kevin, intenté ser lo más honesto con él, y sí lo dejé claro que a mí me gustaría