Carlos Iván Moreno
“El 4 de noviembre se cruzó una línea, con consecuencias imprevisibles”
L a absurda e inenarrable barbarie ocurrida el pasado 4 de noviembre a integrantes de la familia mexicano-estadounidense LeBaron, inevitablemente nos remonta al 9 de febrero de 1985, año en que fue asesinado en Guadalajara el agente encubierto de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena Salazar. Aquel crimen representó un antes y un después en la llamada guerra contra el narcotráfico, con consecuencias geopolíticas que arrastramos hasta nuestros días. La relación México-EEUU cambió radicalmente, con nuevos parámetros, acuerdos y desacuerdos. Fue un genuino “gamechanger”.
"Kiki" Camarena fue el primer miembro activo de la DEA en ser asesinado (después de haber sido torturado durante días), lo que generó enormes presiones de la opinión pública norteamericana para tomar medidas extremas y castigar a los culpables -y de paso incrementar los niveles de intervención en México.
Las agencias de seguridad estadounidenses marcaron una línea muy clara en la arena después del 85: no vamos a tolerar una afrenta de esta naturaleza por parte del crimen organizado. Se fijaron nuevas reglas del juego.
A casi 35 años de su muerte, a Camarena se le considera un héroe, una especie de redentor.
El contexto de aquel 1985 parece repetirse, pero amplificado por las redes sociales.Un ambiente de zozobra, impotencia y rabia crece en ambos lados de la frontera después dela masacre del 4 de noviembre de 2019; apenas sucedida días después del fiasco de Culiacán.
En EEUU se incrementa peligrosamente la presión de las agencias de seguridad, y de la sociedad hacia la clase política, para tomar cartas en el asunto y encontrar a los culpables del terrible atentado contra ciudadanos norteamericanos. El 4 de noviembre otra vez se cruzó una línea, con consecuencias imprevisibles.
Las palabras “Estado fallido”, “terrorismo” e“intervención militar” han sido repetidas por la clase política norteamericana hasta el cansancio durante esta semana. Incluso, el influyente senador republicano Lindsey Graham declaró que es más seguro visitar Siria que algunas partes del territorio mexicano. Las reacciones apenas comienzan. Volverán a cambiar las reglas del juego.
A Camarena se le considera un héroe, una especie de redentor