Una nueva gran batalla
No es tarea nada sencilla desenredar la maraña jurídica que envuelve a la Cooperativa Cruz Azul. Voy a intentar explicar lo que entiendo que pasa ahí... En julio del año pasado se registró una Asamblea General, el máximo órgano de decisión de esta empresa. En dicha asamblea se destituyó a Guillermo Álvarez Cuevas como presidente. En su lugar, los socios cooperativistas decidieron poner a Víctor Manuel Velázquez, el líder de la disidencia, como nuevo mandamás.
El grupo destituido, gracias a la intervención y procedimientos de Víctor Garcés, consiguió que esa Asamblea se declarara ilegal o nula.
Ante esta acción judicial los que habían sido destituidos fueron colocados nuevamente en sus puestos, empezando por Billy Álvarez... pero los disidentes metieron los recursos legales para que se revise la decisión del juez que los destituyó. Y ese tema en eso está, sin solución todavía.
Hace unas semanas, en agosto, los socios disidentes tomaron las instalaciones administrativas que la Cooperativa Cruz Azul tiene en el sur de la Ciudad de México. Horas después, otro grupo de trabajadores, comandados por Víctor Garcés, recuperó o liberó esas oficinas. Y presentaron una demanda contra esos socios disidentes.
Ese es otro juicio abierto.
En enero a más tardar se debe convocar a una nueva Asamblea General de la Cooperativa. Esta Asamblea la constituyen unos 750 miembros cooperativistas. No veo a ninguno de los dos bandos queriendo que ésta se realice. Ninguno se siente con la absoluta convicción de que la van a ganar.
Los disidentes quieren ganar por nocaut, haciendo que Billy renuncie, convencido de que un nuevo expediente que le están armando lo convenza de que si eso llega a tribunales, va a perder absolutamente todo, empezando por la dosis de honor que todavía acumula... y los oficialistas sienten que tienen el poder para hacer pedazos a los disidentes.
Esta será una nueva gran batalla.
No veo a ninguno de los dos bandos queriendo que esta Asamblea General se realice