Se reduce la incertidumbre
El miércoles finalmente se firmó la primera fase del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China; dentro de los acuerdos que se alcanzaron no hubo sorpresas, de alguna forma era lo que se esperaba y aquí resumo lo más importante: China incrementará las compras de bienes y servicios de manufactura, energía, y agricultura a Estados Unidos en al menos 200 mil millones de dólares en un periodo de dos años.
El acuerdo incluye importantes reglas sobre temas de devaluación de monedas; el texto contempla fuertes protecciones a la propiedad intelectual de EU; las transferencias de tecnología deberán basarse en términos de mercado y tendrán que ser voluntarias, reflejando un acuerdo mutuo; se establecen compromisos para tratar de erradicar la venta de productos falsificados, mientras que Estados Unidos se compromete a no aplicar mayores aranceles a China si ésta cumple cabalmente con los compromisos adquiridos.
La firma de esta primera fase fue positiva no solo para ellos, también para el mundo. Una de las razones por las cuales las economías mundiales vieron reducir su crecimiento el año pasado fue la incertidumbre entre los inversionistas que generaba el conflicto comercial.
Por supuesto, aún no se puede cantar victoria, la actitud proteccionista por parte de los estadunidenses sigue presente, por eso no se retiraron los aranceles que se impusieron a las exportaciones de China hace meses; además, la imposición a China de adquirir 200 mil millones de mercancías y servicios estadunidenses claramente tiene como propósito disminuir el déficit comercial que tiene EU con China.
El mundo gana con el acuerdo al disminuir la incertidumbre, por ejemplo, en México nos beneficia porque ayuda a que la economía de EU no disminuya tanto su ritmo de crecimiento, pues creció 2.9% en 2018, su avance el año pasado se estima en 2.3% y para 2020, gracias al acuerdo, podrá seguir expandiéndose a una tasa cercana a 2%. Para México, que la economía de EU siga creciendo es magnífica noticia, porque significa que nuestras exportaciones (que disminuyeron su ritmo de crecimiento el año pasado) recuperen su dinámica. Otro beneficio es que cuando no se veía posibilidad de arreglo, las expectativas de que el mundo entrara en una recesión crecieron, generando nerviosismo en los mercados; con la firma de la primera fase, las probabilidades de una recesión mundial se alejan de forma importante.
Los temas de comercio entre China y EU no se han resuelto totalmente, es más, lo más difícil vendrá en la segunda fase. Uno de los temas más complejos a negociar está relacionado con que China es un país comunista, con una estructura económica liberal, muy sui géneris; dentro de su economía existen muchas empresas del Estado que operan a base de subsidios, lo cual va contra las reglas del libre comercio. Por la razón anterior, entre otras, esta segunda etapa en las negociaciones será muy compleja, por lo que no creo que se resuelva en el corto plazo. Por esto, lo que hoy es una buena noticia, hay que tomarla con las reservas del caso; sin embargo, disfrutemos mientras dure la disminución de la incertidumbre.
Los temas de comercio entre China y EU no se han resuelto totalmente