Perlas de la Pandemia
Creación artística y creatividad son dos conceptos que forman parte del proceso artístico; ya sea producto del genio o de la disciplina, el proceso de creación artística incluye cuatro fases: preparación; incubación; iluminación; y verificación; para su ejecución se necesita creatividad es en donde estas fases se van convirtiendo en un producto artístico que puede verse como la percepción de una “tarea del tiempo”, que requiere de una gran sensibilidad frente a las transformaciones de la realidad, capacidad para revisar las técnicas y modelos anquilosados en la rutina para adecuarlos a las nuevas condiciones.
Esta “tarea del tiempo” que bien puede entenderse como las condiciones sociales y culturales para la producción artística innovadora y propositiva que en diferentes épocas han marcado la creación artística; a lo largo de la historia del arte se observan periodos en los que graves crisis han motivo movimientos artísticos, el Renacimiento, por ejemplo, puede ser leído como consecuencia de la peste que azotó a Europa durante parte de los siglos XIII y XIV. Las Vanguardias se consumaron entre las dos guerras mundiales y la Revolución mexicana también produjo una revolución cultural que abarcó todas las ramas artísticas.
No necesariamente la creatividad debe estar asociada a crisis, tradicionalmente un artista trabaja encerrado y solo, por lo que tal vez la actual contingencia sanitaria no les haya afectado en su producción, no obstante, dada la sensibilidad que los caracteriza, el solo hecho de tener restringida la libertad de movimiento, ha producido diferentes reacciones, desde la producción artística a la expresión critica manifiesta de diferentes maneras.
Dentro de esas manifestaciones resalta el proyecto “Perlas de la corona”, por ser un novedoso mecanismo de difusión de obra artística y la creación de nuevos coleccionistas. La propuesta que se origina en Casa Maya, consiste en la realización de obra gráfica digital en pequeño formato, de acuerdo con Lucia Maya impulsora del proyecto “Este grupo mínimo de artistas con una dosis de pequeñas obras, aportamos para sortear la pandemia; un paliativo de finas miniaturas permeadas por los recuerdos de estos días con imágenes de cada uno de nosotros en sus respectivos estilos y con sus propias inquietudes sobre problemas y situaciones”.
El resultado es una colección de pequeñas obras realizadas por artistas muy reconocidos como la propia Lucia Maya; Víctor Hugo Pérez; Rocío Sáenz; Carlos Larracilla, Ana Luisa Rébora; Luis Rodrigo Medina; José Luis López Galván; Patricia García o Ricky Granna, por citar algunos; quienes han vertido sus figuraciones, sueños y fantasías en pequeñas porciones de papel Moab, los que conforman una colección de personajes, misteriosos, paisajes del caos, sueños y pesadillas.
Estas piezografías, han representado un reto de creatividad para los artistas, llevar sus temas a espacios reducidos, calcular escalas, así como atmósferas y densidades cromáticas, los resultados son notables consiguiendo “pequeñas obras de Arte”; la maestría por encima de la reproducción mecánica, el trazo fino convive con el gesto emotivo, son perlas que “guardarán una memoria diminuta de lo que está trastornando hoy nuestro mundo”. Por su precio accesible “Las perlas son un regalo muy especial para personas que sepan apreciar el arte en pequeños formatos y tengan interés de conservar en imágenes de arte, la memoria de estos meses de encierro en el mundo”. Una colección propositiva que ilustra la postura de algunos artistas frente a la contingencia. La creatividad ante la crisis.