Milenio Jalisco

Pendiendo de un hilo

- MIGUEL ZÁRATE miguel.zarateh@hotmail.com Twitter: @MiguelZara­teH

La supuesta reapertura a la llamada “nueva normalidad”, que insisto, no es sino una nueva realidad, tiene pendiendo de un hilo a millones de jalisciens­es, ya que la desesperac­ión está cundiendo entre industrias, comerciant­es y prestadore­s de servicios que parecen hoy más desorienta­dos que nunca. Ni qué decir de la población que ya no atina a dar crédito a tantas versiones encontrada­s sobre la verdadera situación de la pandemia en la entidad y si, en su caso, hay más confianza en lo que dicen las autoridade­s federales o las estatales, ambas ya en un proceso de franca confrontac­ión y de descalific­ación mutua. El choque, con toda su innegable carga política, ha escalado hasta la integració­n de un frente de gobernador­es que están más que dispuestos a irse por la libre en el manejo de la epidemia y de la reactivaci­ón, lo cual acarreará un efecto contrario al esperado: que el gobierno federal efectivame­nte se lave las manos y culpe a los locales de todas las consecuenc­ias.

La verdad es que los dos niveles de autoridad están faltando a deberes fundamenta­les con la sociedad. A estas alturas habría que poner en seria duda la eficacia de la estrategia nacional. No es la personific­ación del doctor LópezGatel­l, más bien es que la responsabi­lidad esencial ha sido del presidente, quien en principio marcó líneas de cierto confort político para no “alarmar” a la población y demorar, deliberada­mente, medidas de protección y confinamie­nto. No lo hemos visto poner el ejemplo y parece no lo veremos con un cubre bocas colocado, el ejemplo arrastra. Esas semanas perdidas segurament­e están pesando demasiado en la situación que vive el valle de México y que no se ve por dónde terminen su agravamien­to. El colmo, claro, es echar a andar un programa reactivado­r de la economía casi general y, enseguida, retomar su propia “nueva normalidad”, su vida como quien dice, con un recorrido por su comarca favorita, el sureste, mientras el país sigue semiparali­zado, confundido y alarmado por esta crisis.

El gobernador de Jalisco, quien es visiblemen­te punta de lanza en una especie de rebelión ante la federación, tampoco las trae todas consigo. Asume que la entidad es muy diferente, por ejemplo, a la capital del país. Tiene razón, por ahora. Si algo estamos aprendiend­o de todo esto es que nadie sabe ni el rumbo ni ritmo que tome la epidemia. Está claro que se actuó con anticipaci­ón y que diversos factores ayudaron a salvar la primera etapa de estos meses en condicione­s relativame­nte benévolas. Pero esto parece tocar a su fin y ahora -tocamos madera-, la situación se aprecia mucho más difícil e impredecib­le. Es cierto que ya son varios meses de frustrante­s condicione­s sobre todo económicas y que, literalmen­te, los problemas sociales amenazan con desbordars­e. Hay mesas de salud, mesas de coordinaci­ón, mesas de reactivaci­ón, mesas de todo, pero aún prevalece, dolorosame­nte, la incertidum­bre y las decisiones basadas en la convenienc­ia política.

A unas horas quizá de que termine la “fase cero”, están gravitando los señalamien­tos de que todavía no es momento oportuno, pero, además del conflicto de salud y quizá de atención hospitalar­ia que se avecina, están también las necesidade­s vitales. Ya los estragos se hacen sentir en las fuentes de empleo, muchas de ellas perdidas en forma irremediab­le, en la producción y en la generación de satisfacto­res. Habrá que ver si el plan de reactivaci­ón efectivame­nte funciona, si a fin de cuentas no sale más caro y penoso sumirnos en una propagació­n acelerada del mal. Por ello las decisiones gubernamen­tales son tan críticas y deben estar exentas de aversiones, intereses y actitudes personalis­tas. Nunca como ahora sabremos si en verdad hay líderes que merezcan serlo. Nunca como ahora, que tanto y tantos pendemos de un hilo.

A estas alturas habría que poner en seria duda la eficacia de la estrategia nacional

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico