Después del covid-19, ¿qué?
En el transcurrir de mi vida he sido víctima y testigo de malos tratos, discriminación, indolencia y mal servicio en clínicas y hospitales del ISSSTE, IMSS y otros de la SSA. Algunas de esas desafortunadas experiencias terminaron con la muerte de hombres y mujeres, quienes en busca de recobrar la salud encontraron la muerte.
Cientos de personas tuvimos pésimas experiencias con doctores, doctoras, enfermeras y empleadas en el ISSSTE y el IMSS. La actitud altanera, soberbia y prepotente era su característica. En cuanto a medicamentos, nunca los surtían completos porque no los tenían en existencia. Acudir a consulta era exponerse a malos tratos y malos ratos.
Desde el surgimiento de la pandemia del covid-19, docenas de periodistas se han volcado en hacer críticas contra las autoridades de salud. Estos que hoy señalan lo que según ellos debiera hacerse mejor, por décadas jamás mencionaron los pésimos servicios y decadentes condiciones de esas instituciones. Durante sexenios el sector salud permaneció (¿permanece?) en condiciones caóticas. Hospitales inhóspitos, sin equipos adecuados. Carencias permanentes de medicamentos e insumos; nuestro sector salud ha estado en ruinas desde hace años. El covid-19 nos tomó por sorpresa, no teníamos, ni tenemos armas para contraatacarlo.
La situación derivada de este invasor cambió radicalmente la actitud del personal. Hoy, quienes integran el sector salud oficial, a riesgo de su integridad física por falta de equipo adecuado e insumos indispensables para su protección, se han entregado en cuerpo y alma a auxiliar a los miles de contagiados por el mortífero bicho que nos cayó sin previo aviso, y hasta el momento continúa haciendo de las suyas. Mi admiración y mi respeto a todos los que están en la línea de fuego combatiéndolo.
Una de muchas lecciones que nos deja la pandemia, es, que desde ahora mismo tenemos que prevenir posibles invasiones de enemigos microscópicos indeseables. Las eventuales prevenciones deberán integrarse con protocolos y estándares de acción. El nivel de riesgo siempre existirá, pero cuanto mejor preparados estemos, tomaremos mejores decisiones y se disminuirán los riesgos.
Nuestras autoridades, empresarios, empleados, trabajadores independientes y el pueblo en general consideran que habrá daños considerables a la economía derivados del covid-19. Éste ha tenido un severo impacto en los sectores económicos. Lo indispensable ahora es detener la caída para evitar desastres mayúsculos.
Mañana inicia la etapa de la llamada “nueva normalidad” anunciada por el gobierno federal. Un enorme número de personas irresponsables se volcará a las calles sin medir el peligro. El semáforo de riesgo sanitario se encuentra en rojo, eso significa enorme riesgo de contagio para la población.
Colofón
La situación derivada de este invasor cambió radicalmente la actitud del personal
Estimado lector, si aprecias tu vida y la de tus allegados, quédate en casa un par de semanas más. 14 días extras guardadito te pueden significar muchos años más de vida, no los malbarates.