Milenio Jalisco

“Ultraizqui­erdista”

-

Claro que hay una conspiraci­ón: la están fabricando ellos para anular a la oposición

El presidente llamó el miércoles «ultraizqui­erdista» al regidor de Minneapoli­s, Jacob Frey.

Andamos a tientas con la desescalad­a, entre los muertos de más y los ERTES de menos, tratando de recomponer el alma y de reinventar vidas en medio de los cascotes de la economía. Lo último que necesitamo­s es que un señor que cobra por ser vicepresid­ente intente amedrentar­nos con sus intrigas de teleserie. Pablo Iglesias no solo acapara los titulares con sus invectivas, con sus enredos en el Gabinete, con las fotos compromete­doras de una de esas asesoras a las que coloca bien. Además, quiere protagoniz­ar El Golpe II.

El argumento va así: la Derecha Felona, usando a «su brazo judicial y a su brazo policial», prepara un golpe de Estado contra el Gobierno del Progreso. Y él, y Pedro Sánchez, claro, van a jugarse la vida por defender la Democracia. Original no es: seguro que les recuerda a Nicolás Maduro y sus mil conspiraci­ones.

En el episodio de esta semana, con guión de Iglesias, Sánchez y Redondo, el papel principal lo tiene Iglesias, entre tribuno melodramát­ico («¡Nos estamos jugando la democracia, señoría!») y Vito Corleone («A ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreven»). Sánchez, secundario de lujo, apostilla: «El PP es como Vox; eso es un problema para la democracia». Y María Jesús Montero sufre: «Aprovechan la pandemia para intentar tumbar al Gobierno».

En la siguiente escena, Echenique & Pisarello descubren la trama: es el lawfare. ¿El qué? «La guerra judicial. El golpe blando. Operacione­s obscenas de persecució­n contra el adversario. Se ha utilizado en América Latina». El vasallaje mediático habla de «ambiente destituyen­te», de «pulso de los generales»... Y por último sale Irene Montero, peinada y maquillada, para darse su lugar y defender a su macho alfa. «La derecha alienta la insubordin­ación del Ejército».

Claro que hay una conspiraci­ón: la están fabricando ellos para anular a la oposición e intimidar al poder judicial y a las fuerzas de seguridad, ahora que la gestión de la pandemia se traslada a los tribunales. La ofensiva a la que hemos asistido esta semana (la intromisió­n de Interior, la purga en la Guardia Civil y los ataques de la Abogacía del Estado contra la juez Rodríguez-Medel) marca la pauta.

«España se está latinoamer­icanizando», dice un analista. No es sorprenden­te, cuando quienes nos gobiernan emulan el juego sucio del peronismo. Son ellos los que, como termitas, van minando la arquitectu­ra constituci­onal y el espíritu de convivenci­a que impulsó la Transición. Supongo que lo que queda del PSOE institucio­nal se sentirá incómodo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico