«Las letras machistas del reguetón fueron por inmadurez»
unir generaciones.
P.– Fue de los primeros en demostrar que el reguetón podía convertirse en un fenómeno global. ¿Se hizo duro el camino? R.– ¡Guau! Durísimo. Al principio, no había tantas oportunidades como las de hoy. Con el tiempo nos dimos cuenta de que podíamos hacer cosas grandes.
P.– Bad Bunny afirma que hay que romper con eso de que los gringos son los dioses.
R.– Lo que está haciendo Bad Bunny es gigante. No es sólo tumbarlos, sino demostrar, no sólo a los gringos, sino al mundo entero que podemos trabajar de tú a tú con ellos.
P.– Es de los pocos que ha pedido disculpas por las letras machistas del reguetón.
R.–Mira, yo no me arrepiento de lo que hice. Esos errores fueron por inmadurez, pero me enseñaron a crecer. Es hora de seguir aprendiendo. Estamos en pañales todavía. En este momento la mujer sigue empoderándose. Nuestro deber es cuidarla, defenderla y que disfrute con nuestra música.
P.– ¿Las letras están cambiando? R.–Estamos tratando de darle ese respeto a las chicas. Hay un montón de chicas hermosas trabajando en la música urbana siendo líderes de millones de mujeres.
P.– ¿Entiende que haya muchas mujeres que rechacen el género por esos contenidos? R.– Siempre hay oposición. Cada cual tendrá sus razones y hay que respetarlas.
P.– ¿La fama le hace a uno más guapo?
R.– [Ríe] Seguramente, sí.
P.– ¿Qué es lo más loco que ha hecho una fan por usted?
R.– No sabes cómo evaden la seguridad y te tocan la puerta de tu cuarto. Te esperan hasta 48 horas a la salida del hotel. Nosotros los artistas urbanos somos portavoces del pueblo.
¿Queda algo de aquel niño de barrio? R.– Estoy aquí. Mi estudio, La Base, se encuentra en el barrio donde me crié en Cayey.
¿La vida del reguetonero es sexo, drogas y reguetón?
R.– No. Puede ser de familia.