Más de una década de distanciamiento
La escritura, en especial la recepción de El tiempo entre costuras, propició un momento en el que la relación de María Dueñas con Sira había sido demasiado intensa, “las dos necesitábamos un respiro, un poco de distanciamiento”. 12 años después regresa con ese personaje. profesional, quiere tener algo para llenar su vida por sí misma.
“Cuando tiene su hijo, quiere que crezca en las mejores condiciones, pero sin dejar de lado su propia proyección personal. Todas estas coyunturas, que a las mujeres del siglo XXI nos interesan enormemente y ya hemos conseguido mucho en nuestra andadura, preocupaba a la protagonista hace 80 años. Es un poco pionera en estas incertidumbres vitales de las mujeres de hoy”.
Cuando se propuso escribir una segunda novela, tras su irrupción con El tiempo entre costuras, María Dueñas quiso mirar hacia otros lugares: Misión olvido, La templanza o Las hijas del capitán, y ya tenía una quinta novela en marcha, pero a raíz de un viaje a Tánger empezó a reconsiderar “esa idea tan olvidada de que podría interesar a los lectores, y a mí misma, un reencuentro con Sira.
“Para todas mis novelas me gusta documentarme a fondo antes de arrancar a escribirlas: antes de abrir ese documento que diga capítulo uno, llevo meses buscando información, un telón de fondo sobre el que voy a situar después mis historias, trazando unas coordenadasdetiempoydeespacio,de ambientación, incluso, y una vez que tengo eso claro: qué se movía, cómo era el mundo en aquel entonces, es cuando entra en juego el movimiento de los personajes y la composición de la ficción narrativa”, explica María Dueñas.