Asignaturas pendientes
Más allá de los inmediatos desafíos que está imponiendo a la vida asociada de la entidad el acelerado incremento de contagios de la variante ómicron del virus Sars-Cov2 que causa el covid-19; en Jalisco, el arranque del 2022 parece estar marcado por otros desafíos sociales mucho más añejos que, de nueva cuenta, demandan de la atención pronta y expedita por parte de las autoridades competentes de los tres órdenes de gobierno. Me refiero a las manifestaciones de violencia que padecen no pocas familias jaliscienses.
Fue el propio gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien reconoció que “tenemos tres desafíos en los que nos vamos a concentrar este año, que son los delitos que tuvieron un incremento en el año 2021. El tema de feminicidio que creció 1.2 por ciento; el tema de violación, que suma 40.4 por ciento; y el de violencia familiar, que representa 6.1 por ciento” (MILENIO JALISCO, 11 de enero).
Ya el cardenal José Francisco Robles Ortega había calificado como alarmante el incremento de la violencia durante los primeros días del año que atribuyó a la persistente impunidad ya que “es la garantía para seguir teniendo esta situación y para seguir padeciendo estos graves crímenes” (MILENIO JALISCO, 10 de enero).
En este tipo de fenómenos violentos al alza, como el feminicidio, por ejemplo, se coincide en señalar en que “es violencia que se está generando en el hogar, es violencia de personas que la mujer conoce y eso hace que el problema tenga una dimensión más compleja aún”, como lo reconoció recientemente Guadalupe Ramos Ponce, coordinadora del Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (MILENIO JALISCO, 14 de enero).
Sin embargo, no habrá que perder de vista el otro fenómeno relacionado con las personas desaparecidas y no localizadas que, aún cuando no se haya informado al respecto por parte de las autoridades, coincido con Augusto Chacón, director del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos, en que “si es un problema que la gente percibe, es un problema que ya está (…) y lo mejor es enfrentarlo con la verdad, con los datos y sobre todo que apunten a un diagnóstico” (MILENIO JALISCO, 13 de enero).
El arranque de 2022 parece estar marcado por otros desafíos