En defensa de la democracia
Quienes aspiramos a la democracia debemos garantizar el derecho a disentir. Sin insultos ni agravios debemos ser lo suficientemente democráticos para respetar opiniones con las que no necesariamente estemos de acuerdo. Si ponemos en práctica estas premisas habremos dado el primer paso hacia la verdadera democracia y la convivencia pacífica, la cual desde hace años y hasta el momento brilla por su ausencia en este México nuestro, donde persiste la discriminación, el clasismo y la pobreza.
Durante la manifestación del domingo pasado en “defensa del INE” en CdMx, una señora “de la tercera edad” injurió con toda clase de floridos epítetos a López Obrador. Lo tildó de “indio de Macuspana, patas rajadas, pendejo, acomplejado, demente, ni el mejor zapato que te pongas te quita lo naco”, agregó. Después de esos encomiables adjetivos remató su exaltada perorata mentándole la madre. Dio media vuelta y se fue. El numerito escenificado por tan distinguida dama fue vergonzoso. Quienes la rodeaban, lejos de apaciguar su bochornosa conducta le aplaudieron, aun cuando esos marchistas proponían a gritos “igualdad y justicia”. ¿Igualdad? ¿Jus- ticia?
Esa mujer superó con creces el ofensivo léxico que Diego Fernández de Cevallos emplea semana a semana en este diario para insultar de ida y vuelta a López Obrador. En sus textos, el hombre del puro manifiesta el odio que su resentido cerebro concentra contra el presidente.
El junior millonario Claudio X González, un hombre con un sentido humano digno de admiración lideró la marcha. Él, a base de aportar millones de pesos para financiar ésta y otras manifestaciones en las que se reúnen los mismos personajes y personajas de siempre para despotricar contra el gobierno. Se mostraron ansiosos por recuperar sus privilegios para continuar beneficiándose de las transas contra la nación, pero no dan pie con bola.
Aunque se dice que los mexicanos somos cortos de memoria, algunos no olvidamos el fraude electoral que llevó a cabo la señora Zavala cuando pretendió llegar a la presidencia de la República, para tal efecto, no obstante que su slogan predicaba el concepto lo deshonró, falsificó miles de firmas que avaló el INE, cuyo titular era y sigue siendo Lorenzo Córdova. ¿Democracia? ¿Transparencia?
Colofón
Algunos políticos en funciones y otros que en su momento abusaron del poder, estuvieron presentes en la marcha en CdMx con un descaro propio de esa decadente élite. Viva México.
Algunos no olvidamos el fraude que llevó a cabo la señora Zavala