El Mundial de los 137 ‘extranjeros’

El 16’4% de los futbolistas del torneo nacieron en un país distinto al que representan / Siete ‘españoles’ lo harán con otra selección

ABRAHAM P. ROMERO Munir Mohamedi y Achraf Hakimi nacieron, respectivamente, en Melilla y Madrid, pero disputarán el Mundial con Marruecos. Iñaki Williams vino al mundo en Bilbao, pero en Qatar representará a Ghana. Los hermanos Vanja y Sergej Milinkovic-Savic son originarios de Orense y Lleida y estarán en la Copa del Mundo defendiendo los colores de Serbia. Jeremy Sarmiento nació en Madrid, pero jugará para Ecuador. Y Robert Skov nació en Marbella, aunque en el torneo que empieza el domingo formará parte del combinado danés. Ellos son los siete futbolistas

españoles que pisarán el césped de los estadios qataríes durante el próximo mes. En total, serán 137 los que jugarán el Mundial de Qatar con un país diferente al que les vio nacer. Un 16,4% de los 832 que completan las listas.

Una situación cada vez más común en un mundo cada vez más globalizado. En las selecciones de Brasil que levantaron la copa de campeones en Estados Unidos 1994 y en Corea y Japón 2002 no habían ningún extranjero. Tampoco en la España que tocó el cielo en Sudáfrica 2010. De la Francia que ganó el Mundial en su país en 1998, sólo Vieira y Desailly habían nacido lejos (Senegal y Ghana) mientras que en la Italia que venció en Alemania 2006, Camoranesi y Perrotta llegaron al mundo en Argentina e Inglaterra. En la última década, Podolski y Klose triunfaron con Alemania en Brasil 2014 habiendo nacido en suelo polaco. Y en Rusia’2018, Francia se sentó en el trono mundial con Umtiti y Mandanda, nacidos en Camerún y el Congo.

En los últimos 20 años, sólo seis futbolistas han ganado el Mundial con la selección de un país que no les vio nacer. Dos con Italia en 2006, dos con Alemania en 2014 y dos con Francia en 2018. Una estadística que podría cambiar en Qatar 2022. Los movimientos migratorios de las últimas décadas y las facilidades para fichar por una selección a pesar de haber jugado en categorías inferiores con otra han hecho que los extranjeros se hayan multiplicado en los vestuarios de esta Copa del Mundo.

Portugal, una de las favoritas, y Croacia, actual subcampeona, cuentan con siete futbolistas nacidos fuera de sus fronteras. En el caso portugués, tres son de Brasil y el resto de Angola, Francia, Suiza y Guinea-Bisáu. Los jugadores de la selección balcánica, sin embargo, tienen su origen en Bosnia, Alemania y Austria. Dos ejemplos que muestran la inmigración en esos países. Francia, que en 1998 y en 2018 se quedó en dos, ahora aumenta a tres los extranjeros: sigue Mandanda y llegan Camavinga (nacido en un campo de refugiados de Angola) y Thuram, de origen italiano.

Algunas de las candidatas al triunfo final, como Alemania, Inglaterra, Bélgica y Países Bajos, también suman futbolistas nacidos fuera de sus territorios, y España no se queda atrás: Ansu Fati nació en Guinea-Bisáu y Aymeric Laporte, que llegó a jugar en las categorías inferiores de la selección francesa, en Agen, ciudad del país galo.

Hay 38 franceses jugando con otras selecciones (10 en Túnez, nueve en Senegal, ocho en Camerún, cinco en Ghana...), nueve ingleses representando a Gales, un estadounidense (Daniel Schmidt) a Japón, un sueco (Saman Ghoddos) a Irán e incluso un portugués (Ró-Ró) a Qatar, que tiene 10

extranjeros para intentar rendir en su propia casa.

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