La goleada no fue lo más importante
Mundial. Inglaterra goleó en un juego donde hubo varias protestas simbólicas
Hay juegos que trascienden más allá del resultado final. Para nadie es una sorpresa que Inglaterra, una de las favoritas al título, se haya presentado con tanta fuerza frente a una débil Irán a la que goleó por 6-2.
Sí, los goles de Bellingham, Bukayo Saka (en dos ocasiones), Raheem Sterling, Marcus Rashford y Jack Grealish por los ingleses, así como la leve respuesta de Irán con el doblete de Mehdi Taremi, pasaron a un segundo término por todo el simbolismo de protesta que envolvió este juego. La FIFA respondió con celeridad. Ante el aviso de que varios capitanes utilizarían el gafete One Love durante los partidos, el organismo emitió un alerta de que habría sanciones deportivas para los capitanes que lo hicieran.
De esta forma Inglaterra, Gales, Bélgica, Países Bajos, Suiza, Alemania y Dinamarca comunicaron justo antes de este partido que no arriesgarían a sus líderes a un castigo. Harry Kane fue el primero en portar el brazalete negro que FIFA ha confeccionado. Sí, contra el racismo, pero no el que los jugadores querían portar contra la discriminación a la comunidad LGBTQ+.
La protesta inglesa no quedó ahí. La plantilla europea pasó a poner una rodilla en el césped como señal de protesta por la explotación hacia las personas que trabajaron en la construcción de los estadios justo antes de comenzar el partido.
Irán fue la gran víctima dentro del partido. En su escasa historia mundialista no había recibido una goleada como la de ayer; sin embargo, también fue protagonista de una de las protestas más simbólicas del torneo: la de la lucha de sus mujeres.
Ayer, el equipo no cantó su himno previo al debut mundialista, debido a la represión a las mujeres en su país, la cual ha generado una oleada de protestas a la que ellos mismos han preferido no ser indiferentes.